domingo, 11 mayo 2025

El «chollo» del cargador barato que puede freír tu móvil por esta razón

La tentación de un cargador a precio de saldo es, para muchos, una sirena difícil de ignorar en un mundo donde la batería es el talón de Aquiles de nuestros dispositivos. A menudo, la urgencia por mantener con vida nuestro móvil nos empuja hacia la opción más económica, sin reparar en las posibles consecuencias que esta decisión aparentemente trivial puede acarrear. La promesa de un ahorro inmediato puede nublar el juicio, llevándonos a conectar nuestros valiosos terminales a fuentes de alimentación de dudosa procedencia, con el riesgo inherente que ello conlleva.

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Lo que se presenta como una solución rápida y barata puede convertirse, sin embargo, en una auténtica pesadilla tecnológica. Ese supuesto ahorro inicial puede esconder componentes de ínfima calidad y una ausencia total de controles de seguridad, poniendo en jaque la integridad de un aparato que, en la mayoría de los casos, ha supuesto una inversión considerable. No se trata de alarmismo infundado, sino de una realidad constatada por técnicos y expertos en electrónica que ven a diario las secuelas de estas malas elecciones, afectando directamente a la vida útil de cualquier móvil.

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EL SELLO DE GARANTÍA: ¿CÓMO ELEGIR UN CARGADOR SEGURO Y FIABLE?

Fuente Pexels

Ante este panorama, la pregunta es evidente: ¿cómo podemos asegurarnos de que el cargador que compramos no va a comprometer la integridad de nuestro valioso terminal? La clave está en buscar los sellos de certificación, como el marcado CE en Europa, que indica que el producto cumple con los requisitos legales y técnicos en materia de seguridad de la Unión Europea, o el MFi (Made for iPhone/iPad/iPod) para los dispositivos de Apple. Estas certificaciones, aunque no infalibles al cien por cien debido a las falsificaciones, son un primer filtro importante.

Además de las certificaciones, optar por marcas reconocidas o aquellas recomendadas por el propio fabricante del móvil es siempre una apuesta más segura, aunque suponga un desembolso inicial ligeramente superior. Un examen visual también puede dar pistas, fijándose en la calidad de los plásticos, el peso del adaptador (los muy ligeros suelen ser sospechosos), la robustez general del producto y la claridad de la información impresa en el mismo; pequeños detalles que protegen una inversión mayor como es el móvil y que a menudo pasamos por alto.


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