La mantequilla, ese básico que no suele dar pie a debate en la cesta de la compra, ha dejado de ser un producto anodino para convertirse en protagonista. Lo usamos sin pensar: untada en la tostada, fundida en la sartén, escondida en masas, bizcochos o salsas. Pero no todas las mantequillas son iguales, y lo que dice la OCU al respecto cambia las reglas del juego por completo.
Desde hace años, existe cierta preocupación por el contenido graso de este alimento. Sin embargo, ahora la conversación va mucho más allá. No se trata solo de si engorda o no. La clave está en su composición, su proceso de elaboración y su origen. Y ahí es donde el informe de la OCU aporta luz.
1Una mantequilla, una ganadora

Tras analizar 63 marcas distintas del supermercado, la OCU ha sido clara: solo una supera el examen con nota alta. No es precisamnte la más conocida ni la más barata, pero sí la que destaca por reunir todos los elementos que definen a una buena mantequilla. Hablamos de la marca Únicla.
Lo más relevante no es solo que carezca de aditivos, conservantes o azúcares ocultos. Lo importante es que viene de leche procedente de vacas criadas en condiciones respetuosas con el bienestar animal. Ese pequeño gran detalle marca la diferncia.