domingo, 11 mayo 2025

La DGT te vigila en los semáforos: Si haces ESTO, la multa es instantánea

Los semáforos, esos postes luminosos que jalonan nuestras calles y avenidas, se han convertido en una parte tan intrínseca de la conducción urbana que apenas reparamos en ellos, salvo cuando el rojo nos detiene. Pero es precisamente en esos momentos de aparente calma, cuando la tentación de desviar la atención del volante se hace más fuerte, que la Dirección General de Tráfico, la DGT, agudiza su vigilancia para cazar a los infractores. No se trata de una leyenda urbana ni de una exageración; la tecnología y la determinación de este organismo para reducir la siniestralidad han convertido cada esquina con semáforo en un posible punto de control, y las multas pueden llegar sin previo aviso.

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Y no hablamos solo de pasarse el disco en ámbar apurando, que también, sino de esas otras acciones que, aunque realizadas con el vehículo detenido, pueden acarrear una sanción económica considerable y la pérdida de puntos. Parece que la DGT ha decidido tomar cartas en el asunto, especialmente con aquellas conductas que, aunque breves, considera que merman la capacidad de reacción del conductor en un entorno tan dinámico como es la circulación. La sensación de estar parado no exime de la responsabilidad de mantener la atención plena en la conducción, un matiz que muchos conductores parecen olvidar con demasiada frecuencia.

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EL MÓVIL: EL IMÁN DE MULTAS INESPERADAS

Fuente Pexels

El uso del teléfono móvil mientras se conduce es una de las infracciones más perseguidas y sancionadas, y esto incluye los momentos en los que el vehículo está detenido en un semáforo. La DGT considera que sujetar el móvil con la mano, incluso si es solo para mirar la hora o leer un mensaje rápido, es motivo suficiente para una multa, ya que implica apartar la vista de la carretera y las manos del volante. Esta interpretación rigurosa busca erradicar una costumbre peligrosamente extendida entre los conductores.

La proliferación de cámaras, tanto fijas como móviles, así como la vigilancia por parte de agentes en vehículos camuflados o incluso a pie, hace que sea cada vez más difícil escapar al ojo de la DGT. Muchos conductores se sorprenden al recibir una notificación de sanción días después, sin haber sido conscientes de que estaban siendo observados en ese preciso instante, lo que demuestra la eficacia de los sistemas de control implementados. La DGT no se anda con chiquitas en este aspecto, consciente del alto riesgo asociado al uso del móvil.


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