Usar el móvil mientras se conduce siempre ha sido un tema delicado. Lo que hasta hace poco muchos consideraban un gesto inofensivo, hoy puede salirte muy caro. La DGT ha decidido endurecer las normas, y lo ha hecho sin rodeos. Ahora, ni siquiera necesitas tener el teléfono en la mano para llevarte una sanción. Basta con rozar la pantalla.
Este cambio ha generado una oleada de dudas entre los conductores. Lo que antes parecía estar permitido, hoy entra directamente en la lista de infracciones. El objetivo es claro: reducir los accidentes provocados por distracciones.
7¿Un castigo exagerado o necesario?

No faltan quienes opinan que estas medidas son demasiado estrictas. Pero los datos hablan por sí solos. Las distracciones, muchas veces relacionadas con el móvil, están detrás de miles de accidentes al año. La DGT defiende que estas sanciones no tienen un fin recaudatorio, sino preventivo…
Porque un segundo de despiste puede cambiarlo todo. Y si con esta prsión se consigue que la gente deje el móvil de lado mientras conduce, bienvenida sea la norma de la Dirección.