Usar el móvil mientras se conduce siempre ha sido un tema delicado. Lo que hasta hace poco muchos consideraban un gesto inofensivo, hoy puede salirte muy caro. La DGT ha decidido endurecer las normas, y lo ha hecho sin rodeos. Ahora, ni siquiera necesitas tener el teléfono en la mano para llevarte una sanción. Basta con rozar la pantalla.
Este cambio ha generado una oleada de dudas entre los conductores. Lo que antes parecía estar permitido, hoy entra directamente en la lista de infracciones. El objetivo es claro: reducir los accidentes provocados por distracciones.
5Planificar antes de conducir es ahora vital

Si antes bastaba con tener el navegador listo y la lista de música elegida, ahora es imprescindible hacerlo antes de poner en marcha el coche. La DGT recomienda dejar todo preparado: la ruta, las canciones, las llamadas. Incluso silenciar notificaciones para no caer en la tentación de mirar.
No se trata de complicarnos la vida, sino de evitar riesgos innecesarios. Porque en carretera, una mínima distracción puede tener consecuencias fatales. Y no hay tecnología ni excusas que puedan justificarlo.