Usar el móvil mientras se conduce siempre ha sido un tema delicado. Lo que hasta hace poco muchos consideraban un gesto inofensivo, hoy puede salirte muy caro. La DGT ha decidido endurecer las normas, y lo ha hecho sin rodeos. Ahora, ni siquiera necesitas tener el teléfono en la mano para llevarte una sanción. Basta con rozar la pantalla.
Este cambio ha generado una oleada de dudas entre los conductores. Lo que antes parecía estar permitido, hoy entra directamente en la lista de infracciones. El objetivo es claro: reducir los accidentes provocados por distracciones.
1Lo que antes no multaban, ahora si

Durante años, bastaba con tener un soporte homologado y no usar el móvil directamente con las manos. Eso parecía suficiente para circular con tranquilidad. Pero la DGT ha cambiado las reglas. Ahora, aunque tengas el teléfono en su soporte y no lo agarres, cualqier interacción con la pantalla puede convertirse en una multa.
Una canción, un mensaje, un clic en el GPS… No importa qué tan breve o inocente parezca el gesto. Si el coche está en marcha o incluso parado en un semáforo, tocar el móvil implica sanción. Así de tajante lo deja claro la normativa vigente.