miércoles, 25 junio 2025

Conoce el bar de Madrid con la historia más antigua, y sigue abierto

Hay rincones en nuestras ciudades que parecen susurrar historias de otro tiempo, enclaves donde el presente se funde con un pasado palpable y evocador. En el corazón de Madrid, existe un establecimiento que no solo ha visto pasar los siglos, sino que sigue latiendo con la misma vitalidad que en sus inicios, un verdadero testigo de la evolución de la capital. Este lugar no es una mera leyenda urbana ni un cuento de abuelos, sino una realidad tangible que desafía el paso implacable del tiempo, ofreciendo a quien cruza su umbral una experiencia que trasciende lo puramente gastronómico para convertirse en un auténtico viaje a través de la historia.

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No hablamos de una simple taberna con solera, ni de un restaurante que haya sabido mantener las formas durante unas cuantas décadas. Nos referimos a un monumento gastronómico, a un espacio que ostenta, con el orgullo que confiere la historia bien vivida, el título de ser el restaurante más antiguo del mundo según el Libro Guinness de los Récords, un faro de tradición en el cambiante panorama de la urbe. Sus muros han sido testigos de confidencias, celebraciones y momentos que han quedado grabados en la memoria colectiva, un legado que sigue vivo gracias a la pasión y el buen hacer de quienes lo custodian.

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DE GOYA A HEMINGWAY: ILUSTRES COMENSALES Y HUELLAS IMBORRABLES

Fuente Web Botin

La longevidad y el prestigio de Botín han atraído a lo largo de su historia a una pléyade de personalidades ilustres del mundo del arte, la literatura, la política y el espectáculo. Se cuenta que un joven Francisco de Goya trabajó como friegaplatos en el restaurante antes de convertirse en el genio de la pintura que todos conocemos, una anécdota que añade un toque aún más legendario a sus muros centenarios, aunque no existan pruebas documentales fehacientes de ello. Sin embargo, la mera posibilidad ya envuelve al lugar en un aura de misterio y grandeza.

Quien sí dejó constancia escrita de su paso y admiración por Botín fue el escritor norteamericano Ernest Hemingway, un enamorado confeso de Madrid y sus tradiciones. En su novela «Fiesta» (The Sun Also Rises), menciona explícitamente el restaurante, describiéndolo como uno de los mejores del mundo y ensalzando su cochinillo asado, lo que contribuyó enormemente a su fama internacional. Figuras como Graham Greene, Benito Pérez Galdós o Truman Capote también sucumbieron a los encantos de este rincón histórico, dejando su impronta en el libro de visitas y en la memoria colectiva del establecimiento.


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