jueves, 8 mayo 2025

‘Sueños de Libertad’: El asesinato de Víctor sigue sin resolverse

Sueños de Libertad tiene una trama sorprendente para su próximo capítulo. En el mismo núcleo del pueblo de San Clemente, un lugar donde las apariencias son todo, el hecho de que mataran a Víctor sigue siendo una herida abierta. La sombra de la culpa se proyecta sobre María, que deja que su ya frágil piel de cordialidad con los De la Reina se resquebraje día tras día.

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Mientras tanto, Damián comienza a tramar su venganza y Don Pedro, el hombre que sabe todo, va perdiendo el control de lo que le rodea. Entre medios, amores prohibidos, decisiones irremediables y alianzas inesperadas dibujan el lugar donde nadie sale limpio.

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EL IMPERIO QUE SE RESQUEBRAJA

'Sueños de Libertad': El asesinato de Víctor sigue sin resolverse
Fuente: Atresmedia

Pedro siempre ha sido el hombre que movía los hilos en Sueños de Libertad -sino, él que, de pronto, siente que la tierra se tambalea bajo sus pies. Sin importar qué, Andrés le sale al paso -sin importarle lo más mínimo-, le enfrenta, le achaca que entorpece su nulidad matrimonial, y Digna, que está escondida tras una puerta, escucha una confesión que hace pedazos lo que fue su infancia. El rostro de Pedro, al ver entrar a esta figura, lo delata.

Pedro se siente impotente por primera vez. La revelación de que, con los trámites que ha usado para hacerle esperar, ha hecho que Andrés tarde más de lo previsto en alcanzarla, y de mantenerlo atado a una nulidad matrimonial, es la hostia -y eso que Pedro ha hecho cosas terribles en su vida- incluso para él. Digna, que se ha empalidecido, se escabulle sin mediar palabra, aunque su silencio gritaría más que cualquier otra cosa.

Pero el golpe más fuerte viene desde Don Agustín. El párroco, escandalizado por la próxima boda de Digna con Pedro, lo enfrenta a una voluntad que más bien puede parecer enojosa. La respuesta de este empresario lo deja helado: él lo fija con frialdad: «El poder no se pide, se toma. Y yo lo tengo». Declaración de guerra que parece que Agustín se decidirá a no dar su brazo a torcer.

Lo que Pedro ignora es que el cura se ha puesto a recoger testimonios en la sombra, acumulando pruebas de los abusos del empresario desde hace tiempo. Poco le falta a Agustín para tener la paciencia que siempre supo tener y ahora, sabe que tiene la ocasión de hacer algo. Por primera vez, Pedro no es el único que juega sucio. Irene, por su parte, investiga al nuevo jefe de seguridad: sospecha que este podría ser un hombre de los De la Reina.

Pedro hace un intento por desestabilizarlo con un encuentro de lo más calculado, pero el detective no toma el anzuelo. El jugo del gato y el ratón se hace más claro, y los Carpena intentan obtener otra pista con urgencia. Es que, si Pedro teme algo, es perder la imagen que le tantísimo le ha costado. Irene lanza una propuesta: cree que alguien entre su círculo es un traidor. La paranoia se acrecienta. ¿Damián? ¿O alguien más cercano a Pedro como su hermana, Marta? Pedro siempre ha fundamentado el orden con el miedo, pero ahora el miedo se le vuelve en contra.


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