Cuando Pilar Eyre habla de la Casa Real, conviene escucharla con atención. La periodista y escritora lleva décadas siguiendo muy de cerca a los Borbones y ha narrado con detalle muchas de las historias que se han mantenido en la sombra durante años. Sus reportajes y artículos en medios como Lecturas son una referencia ineludible para entender no solo el pasado de la Corona española, sino también su presente y su posible futuro.
Ahora, Pilar Eyre ha puesto el foco en la reina Sofía, una figura que, aunque suele mantenerse en segundo plano, está atravesando un momento complicado en su vida personal. La muerte de su hermano Constantino de Grecia y la delicada salud de su hermana Irene han marcado profundamente a la emérita.
6El legado silencioso de la reina emérita

Pese a todos los golpes, Sofía nunca ha alzado la voz públicamente contra la institución. Ha sido, y sigue siendo, una figura de estabilidad y discreción, cualidades que muchos españoles han valorado con el paso de los años. Pero también es cierto que esa contención emocional le ha pasado factura.
Pilar Eyre lo resume con crudeza en Lecturas: “Quizás lo mismo diría Sofía si algún día se atreviera a abrir su corazón”, comparándola con la reina Ena, que confesó sentirse rechazada por los españoles.
¿Qué le queda a Sofía ahora? Básicamente, su familia más íntima y su rol institucional, limitado pero respetado. El peso de los escándalos lo asumen su hijo Felipe VI y la reina Letizia, mientras ella se dedica a cumplir con sus obligaciones con absoluta entrega, pero desde un lugar cada vez más discreto.