El 28 de abril de 2025 quedó grabado en la memoria colectiva como uno de esos días extraños en los que el país entero pareció detenerse. Un apagón masivo dejó a oscuras a España y Portugal, afectando no solo a viviendas y empresas, sino también a los semáforos, al transporte y, cómo no, al tráfico. En medio del caos, muchos pensaron que ese desconcierto traía consigo una especie de libertad sobre ruedas.
La lógica era sencilla, o eso parecía: si no hay luz, no hay cámaras. Si no hay cámaras, no hay multas. Pero lo que parecía una deducción brillante se topó con la realidad: la DGT no se apagó. Y sus radares, tampoco.
9No fue solo un apagón, fue un examen para todos

Hay quienes lo verán como una simple anécdota, una historia más del 2025. Pro lo cierto es que el 28 de abril fue más que un corte de luz. Fue un espejo incómodo que nos mostró lo que ocurre cuando se apagan los semáforos pero no se enciende la responsabilidad. Y en ese examen, muchos suspendieron.
Por eso, si aquel día decidiste salir a la carretera como si nada, tal vez ahora te llegue una lección en forma de multa. Porque como dice la propia Dirección la seguridad no entiende de apagones. Y las consecuencias, tampoco.