El nombre de Sara Montiel sigue resonando con fuerza décadas después de su muerte, y Max volverá a llevarlo a la pantalla. No fue solo una actriz; fue un huracán que revolucionó el cine español y desafió las convenciones de su época. Ahora, Max estrena Súper Sara, una serie documental realizada por Valeria Vegas que pretende irrumpir en los recovecos más secretos y menos conocidos de su vida.
Con material inédito y oralidades de aquellos que la conocieron, el proyecto no pretende solo repasar su carrera, sino develar a la mujer detrás del icono: María Antonia Abad Fernández, la niña de Campo de Criptana que conquistó Hollywood.
3EL MITO Y LA MUJER LLEGA A MAX

La celebridad es un espejo que produce distorsión, y el que más lo sabía era Sara Montiel. El documental se adentra en su lucha para poner distancia entre su vida pública y la privada, aunque en muchas ocasiones acabaran por confundirse las dos. En una filmación privada inédita, se la oye decir: «Hay veces que me miro al espejo y no sé quién es esa mujer».
Esa bifurcación entre la diva indomable y la mujer que solo deseaba ser querida es la filosofía del documental. Testimonios como el de su hijo Zeus retratan la figura de una madre protectora, pero ausente, frecuentemente a caballo entre giras y rodajes. «Ella me aprendió a ser fuerte, pero también me dejó ver sus grietas», confiesa el hijo.
Su vida amorosa fue un terreno de batalla. Sus enlaces con Anthony Mann y Vicente Ramírez y su tormentosa historia de amor con el productor José Tous la muestran como la mujer a la que amaba con la misma fuerza con la que actuaba. «Era como vivir con un volcán», confiesa un amigo íntimo en el documental.
Pero lejos de convertirla en víctima, la serie la presenta como una mujer que siempre decidió, incluso en los momentos de error. Las imágenes de su presencia en programas de corazón, donde desarticulaba a quienes decidían hacer la entrevista gracias a su sinceridad, son la prueba del hecho de que nunca trató de ocultarse.
El final de su vida pudo ser triste pero, en su mano, ese final se convirtió en un último hecho de rebeldía. Mientras la industria la daba por acabada, ella optó por la televisión y su resurgir bajo la forma de un fenómeno viral (antes de que existiera Internet era ya un fenómeno viral).
En una de las últimas entrevistas concedidas, resumió su estilo de vida en una de las frases que puede considerarse a la vez extrema y honesta, por otra parte: «Prefiero que me recuerden por lo que soy, que lo que los demás pretendieron que fuera yo». Esa es, al final, la Sara Montiel que el documental rescata: la que eligió ser leyenda a su modo.