A veces parece que el mundo está diseñado para mantenernos corriendo sin pausa. Trabajo, familia, compromisos. Todo se acumula. Sin embargo, hay algo curioso: las personas que admiramos, aquellas que alcanzan grandes metas, no viven atrapadas en ese torbellino. O al menos, no todo el tiempo.
Esas personas no tienen superpoderes, pero sí manejan su energía de un modo muy distinto al común. Cuando el estrés amenaza con colarse por todas partes, su reacción más efectiva no es hacer más… sino parar un momento.
6Hay momentos en los que lo mejor que puedes hacer es no hacer nada

Este punto es difícil de aceptar para muchos. Pero es real. Hay días en los que lo más productivo que puedes hacer es descansar. Tumbarte. Salir a dar un paseo. Llamar a un amigo. Lo que sea que te saque del bucle del estrés.
No es escapismo. Es recargar baterías. La mente también necesita sus pausas, sus tiempos muertos, sus vacíos. Y lejos de ser una pérdida de tiempo, son el abono para tus próximas decisiones.