A veces parece que el mundo está diseñado para mantenernos corriendo sin pausa. Trabajo, familia, compromisos. Todo se acumula. Sin embargo, hay algo curioso: las personas que admiramos, aquellas que alcanzan grandes metas, no viven atrapadas en ese torbellino. O al menos, no todo el tiempo.
Esas personas no tienen superpoderes, pero sí manejan su energía de un modo muy distinto al común. Cuando el estrés amenaza con colarse por todas partes, su reacción más efectiva no es hacer más… sino parar un momento.
4Lo que realmente marca la diferencia

Hay una clave que muchos ignoran: avanzar es más importante que brillar. Puedes hacer algo con errores, con dudas, con tropiezos… y aún así estar más cerca de tu objetivo que si te quedas esperando el momento perfecto para hacerlo ideal.
Los logros no son consecuencia de hacerlo perfecto, sino de hacerlo. Y eso incluye las veces que algo no sale como querías. Lo importante es seguir. Adaptarse. Reintentarlo. Cada paso, por pequeño que parezca, suma.