La pregunta parece sencilla, pero la respuesta está lejos de serlo. ¿Cuánto puedes beber antes de que un control de alcoholemia te juegue una mala pasada? Lo cierto es que la DGT lleva años recalcando que la única cifra segura es cero. Ni una copa. Ni media cerveza. Ni ese vino que te ofrecen en la comida “porque solo es uno”. Cuando se trata de ponerse al volante, la prudencia no debería ser una opción, sino una norma personal.
Aun así, sigue habiendo dudas. Mucha gente cree que una o dos cervezas no hacen daño, o que si comes algo antes de beber, estás a salvo. Pero la DGT ha sido muy clara al respecto. No existe una regla matemática que diga “dos cañas sí, tres no”. Porque el alcohol no se comporta igual en todos los cuerpos. Depende de tantas cosas que intentar encontrar una cifra exacta es como jugar a la ruleta.
6El control puede estar en cualquier parte

Otra advertencia que lanza la DGT es que no hay forma de saber cuándo te van a parar. ..Los controles son aleatorios. A veces están en una rotonda de salida. Otras, en una carretera secundaria. Pueden ser fijos o móviles. Y no siempre los ves venir. Por eso la mejor forma de evitar sorpresas es no darles ninguna excusa.
Los agentes están ahí para proteger. No para fastidiarte la cena o la vuelta a casa. Y si detectan que has bebido, harán lo que tienen que hacer. No importa si tú crees que estás bien. El alcoholímetro no se deja convencer.