La pregunta parece sencilla, pero la respuesta está lejos de serlo. ¿Cuánto puedes beber antes de que un control de alcoholemia te juegue una mala pasada? Lo cierto es que la DGT lleva años recalcando que la única cifra segura es cero. Ni una copa. Ni media cerveza. Ni ese vino que te ofrecen en la comida “porque solo es uno”. Cuando se trata de ponerse al volante, la prudencia no debería ser una opción, sino una norma personal.
Aun así, sigue habiendo dudas. Mucha gente cree que una o dos cervezas no hacen daño, o que si comes algo antes de beber, estás a salvo. Pero la DGT ha sido muy clara al respecto. No existe una regla matemática que diga “dos cañas sí, tres no”. Porque el alcohol no se comporta igual en todos los cuerpos. Depende de tantas cosas que intentar encontrar una cifra exacta es como jugar a la ruleta.
2Los límites existen, pero no siempre se sienten

En España, la normativa es clara: el límite es de 0,5 gramos por litro de alcohl en sangre, o 0,25 miligramos por litro en aire espirado para conductores con experiencia. Pero si eres conductor novel o profesional, esa cifra se reduce a la mitad. Suena técnico, pero traducido al lenguaje cotidiano, significa que con muy poco ya podrías estar fuera de la ley.
Según estudios recogidos por la DGT, con apenas dos cervezas pequeñas, una persona de 70 kilos puede superar ese límite. Y no hablamos de alguien que esté borracho, tambaleándose o hablando raro. Hablamos de alguien que se siente bien, que cree que puede conducir perfectamente. Pero el alcohol no necesita avisarte para empezar a hacer efecto.