La princesa Leonor está viviendo una de las experiencias más intensas y enriquecedoras de su vida: su paso por el buque escuela Juan Sebastián Elcano, donde forma parte de la tripulación como una más. Lejos de los privilegios que podría implicar su condición de heredera al trono, la joven cumple con sus obligaciones como cadete al igual que el resto de sus compañeros.
Durante la reciente escala del buque en Panamá, se produjo un momento muy esperado: el reencuentro entre Leonor y su madre, la reina Letizia, tras cuatro meses sin verse. Según informa el portal Lecturas, la reina se trasladó desde España para compartir este instante con su hija, al igual que otros familiares y amigos de los guardiamarinas.
1Una escala muy especial en Panamá

La periodista Vivian Jiménez, quien tuvo la oportunidad de estar presente durante la visita, describió el emotivo momento en el que la reina madre y su hija, la princesa Leonor, se abrazaron con intensidad, visiblemente emocionadas. «Ambas se fundieron en un fuerte abrazo que duró varios minutos, mientras las cámaras captaban el momento», detalló Jiménez en declaraciones recogidas por Lecturas.
Contrario a lo que muchos podrían pensar, la vida en el Elcano no es sencilla ni mucho menos lujosa. Como explicó Vivian Jiménez en una entrevista para medios locales, los cadetes «viven en un espacio común, amueblado en pasillos y unidades de 16 o 18 camarotes, con diferentes números de camas».
Leonor duerme, estudia y trabaja codo a codo con sus compañeros, sin distinción alguna. De hecho, según declaraciones del comandante Luis Carreras-Presas do Campo, la princesa no goza de ningún privilegio por ser la heredera al trono: «Recibe las mismas instrucciones que el resto de sus compañeros».