jueves, 8 mayo 2025

Según la OCU, este «truco» para ahorrar en el súper es una estafa legal

Ir al supermercado se ha convertido para muchas familias españolas en una especie de yincana semanal donde el objetivo principal es estirar cada euro al máximo. Todos buscamos la fórmula mágica para llenar la despensa sin vaciar la cartera, pero, ¡ojo!, no todo lo que reluce es oro, y algunas ofertas que parecen gangas pueden esconder una realidad menos amable, tal y como advierte la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) tras analizar diversas estrategias comerciales. Esta entidad, referente en la defensa de nuestros derechos como compradores, pone el foco sobre ciertas prácticas que, aunque legales, rozan lo engañoso y nos hacen creer que ahorramos cuando, en realidad, no es así o el beneficio es mínimo y viene con letra pequeña.

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La sensación de haber sido más listos que el sistema al cazar una oferta irresistible es tentadora, pero la realidad que desvelan análisis pormenorizados es a menudo decepcionante. Hablamos de esos «chollos» que nos reciben en la entrada del establecimiento o que destacan en los folletos con colores llamativos y precios aparentemente imbatibles, productos diseñados más para atraer nuestra atención que para ofrecernos un valor real y duradero. Es fundamental desarrollar un ojo crítico y no dejarse llevar por el primer impulso, aprendiendo a descifrar qué hay detrás de esas promociones estrella que prometen ahorros sustanciales pero que, examinadas de cerca por entidades como la OCU, a veces resultan ser meros espejismos en el desierto del consumo.

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DEFENDER TU BOLSILLO: HERRAMIENTAS Y CONSEJOS AL ESTILO OCU PARA COMPRAR CON CABEZA

Fuente Pexels

Ante este panorama de estrategias comerciales cada vez más sofisticadas, la mejor defensa del consumidor es la información y un enfoque crítico y planificado de la compra. Elaborar una lista cerrada antes de ir al supermercado y ceñirse a ella es un primer paso fundamental para evitar las compras impulsivas, aquellas que suelen estar motivadas precisamente por esas ofertas gancho o promociones llamativas que nos desvían de nuestras necesidades reales. Comparar precios entre diferentes establecimientos y formatos, prestando siempre atención al coste por unidad, es otra práctica esencial que la OCU no se cansa de recomendar.

Ser escéptico por naturaleza ante las ofertas que parecen demasiado buenas para ser verdad y dedicar unos segundos a leer la letra pequeña de las promociones puede ahorrarnos dinero y decepciones. Consultar fuentes independientes como las guías y comparativas de la OCU, que analizan en profundidad productos y servicios, nos dota de un criterio más sólido para tomar decisiones de compra racionales y beneficiosas a largo plazo. En definitiva, ejercer nuestro poder como consumidores informados es la mejor receta para sortear las trampas del marketing y lograr un ahorro real y sostenible en nuestra visita al súper.

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