El drama de La Promesa es incansable. El capítulo 589 de la serie, que se emitió este martes 6 de mayo, expresa toda una serie de emociones que dejan sin aliento a la audiencia. Con unos espectaculares giros argumentales que cambian radicalmente el sentido y el curso de la historia, la ficción hace uso de los peligrosos pactos, dando paso a que cada uno de los instantes que se viven es un pequeño movimiento más hacia el clímax de la temporada.
La tensión entre Eugenia y Leocadia llegará en este nuevo capítulo de hoy a niveles insospechados, mientras que los planes de Catalina con Adriano, y la investigación de Curro, son otros elementos que aportan intriga a una historia que de por sí misma es adictiva.
1LA INESPERADA BOMBA DE CURRO

Curro ha puesto una bomba en el seno de la familia de La Promesa. Tras meses de secretos y medias verdades, ya le ha dicho a Eugenia cuál es su verdadero origen: es hijo de Dolores, la antigua doncella del palacio y de Alonso. Eugenia ha reaccionado inmediatamente, con una mezcla de indignación, dolor y determinación: en vez de hundirse, opta por enfrentarse al marqués, exigiendo respuestas sobre cómo ha permitido que su hijo tenga una carga tan incómoda en la jerarquía del palacio.
Atrapado, Alonso ve cómo es obligado a salir de su laberinto de mentiras. La gran incógnita es si Curro le ha dicho a su madre toda la verdad: que Jana era su hermana y que su muerte podría estar vinculada a los secretos más oscuros de la familia. Cada palabra que queda sin ser dicha es una mecha que podría provocar un estallido aún mayor de la situación.
La investigación de Curro sobre el homicidio de Jana avanza poco a poco, pero a medida que va avanzando, la amenaza se ve incrementada. Lope, el nuevo aliado al que nadie conoce, se introduce. Jana confiaba en él, pero en un contexto donde las lealtades son ínfimas, nadie es fiado. Atenazado, Alonso podría decidirse a actuar de manera desesperada. Si Eugenia no ceja en hacer pública su versión de las mentiras, es su estatus social, su patrimonio lo que queda en juego.
Un hombre de la magnitud de Alonso no permitirá ser arrasado sin luchar. ¿Se inclinará por la reconciliación o utilizará métodos más ruines para acallar a su esposa? La ya tensa caverna del palacio ha dejado de ser estrictamente emocional; se ha convertido en una bomba de relojería. Y, cuando estalle, no habrá nadie que no salga dañado.