Esta semana no es como las demás. Si conduces por cualquier carretera del país, es probable que te sientas observado. Y no es paranoia. Lo que ocurre es que la DGT ha decidido aumentar su presencia en nuestras rutas, y lo ha hecho con un despliegue que no deja lugar a dudas: se van a tomar en serio lo del exceso de velocidad. Muy en serio.
No estamos hablando solo de los radares clásicos que todos conocemos. Hablamos de nuevos controles, móviles y fijos, colocados con precisión quirúrgica para cazar al que se pasa con el acelerador. Y no lo hacen por capricho. La DGT tiene claro que la velocidad sigue siendo uno de los mayores causantes de accidentes en nuestro país. Por eso, esta campaña va con todo.
1Controles en cada esquina y multas que duelen

Cuando vas al volante, muchas veces no te das cuenta de lo rápido que vas hasta que ya es tarde. Por eso, en esta campaña de refuerzo, la Dirección ha decidido que no basta con avisar. Van a actuar. Han intensificado el uso de radares móviles que se colocan en sitios inesperados y, además, los fijos están más activos que nunca.
Lo que buscan no es recaudar, sino evitar que más familias terminen en la tragedia por un despiste. Las sanciones, eso sí, pueden doler. Y mucho. Desde los 100 euros por una infracción leve hasta los 600 euros y pérdida de seis puntos del carné en casos graves. Eso sin contar que, en algunas situaciones, podrías perder el permiso temporalmente de la DGT.