Hay pocas cosas que arruinen más el final de un buen puente que un atasco interminable. Te has pasado días descansando, desconectando, viendo mar o campo, respirando algo que no sea ciudad… y de repente, cuando crees que aún te queda un último rato de tranquilidad, te encuentras metido en una fila de coches que no avanza. Ni para delante, ni para atrás. Y ahí estás, mirando el reloj, suspirando, imaginando lo bien que habría sido haber salido antes. O después. O simplemente no haberte confiado.
Pero aún estás a tiempo. Porque sí, hay formas de evitar el atasco, de regresar con calma, sin perder el buen sabor de boca de estos días. Solo hay que tener un poco de picardía, prestar atención a los detalles, y sobre todo, no hacer lo mismo que todo el mundo hace. A veces la clave está en pensar diferente, aunque solo sea media hora antes o una carretera alternativa más.
4Ser flexible es tu mejor truco secreto para no pillar atasco

Quizá pensabas volver por la tarde para evitar el atasco. O tenías entradas para algo justo antes de salir. Pero si puedes cambiar tus planes, aunque sea un poco, hazlo. Porque el mejor aliado contra un atasco es la flexibilidad. Quienes se aferran al horario original acaban sufriendo más. Los que se adaptan, respiran tranquilos mientras otros tocan el claxon.
A veces basta con salir a cenar y volver de noche, o esperar al día siguiente si tienes margen. Puede parecer una locura al principio, pero cuando ves las noticias y compruebas que evitaste una retención de 20 kilómetrs, te das cuenta de que valió la pena. El tráfico no entiende de razones, solo de volumen. Y si tú decides moverte cuando el volumen baja, el viaje se vuelve otra cosa.