sábado, 3 mayo 2025

Sueños de libertad: planes de futuro y encuentros arruinados

En Sueños de libertad, la experiencia vital es un entrelazamiento constante de fugaces momentos, donde la libertad y el miedo se entrelazan en la danza del momento. Desde ese universo fáctico de las pasiones y las decisiones, los personajes de nuestra historia se desplazan entre sueños frustrados y nuevas oportunidades.

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La plenitud de Luz en el dispensario contrasta con la angustia de Begoña, Damián busca la ocasión de una redención y Digna hace frente a una decisión que puede cambiar su futuro. Cada uno lleva consigo el peso de los secretos, algunos liberados, alguno aún oculto, pero todos los secretos tienen el poder de cambiar la forma de vivir de cada uno.

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EL PASADO CHOCA CON EL PRESENTE

Sueños de libertad: planes de futuro y encuentros arruinados
Fuente: Atresmedia

Begoña lo había previsto minuciosamente: un día singular para restablecer la relación con Julia en Sueños de libertad. La ocasión para sacudirse la sombra de María que las acompaña. No obstante, los gestos de la pequeña, cada vez más parecidos a los de su madre postiza, eran un lacerante recordatorio de que el tiempo corre en su contra. La ligereza de la que hablaba, la falta de interés en sus ojos, todo apuntaba a que María había ganado una ronda más sin haber entrado al ring.

La llegada de María no fue pura casualidad, sino que fue una jugada maestra. Con una sonrisa de cuchilla, transformó el intento de encontrarse de nuevo en un campo de ruinas, y a Begoña más sola que antes. Andrés intenta darle esperanzas recordándole que la nulidad está a la vuelta de la esquina, pero ¿qué sucederá con los intermedios? Cada minuto que pasa es pura tierra abonada para que María siga asentándose en el corazón de Julia.

Mientras tanto, en otro extremo del pueblo, Raúl empieza a captar las insinuaciones de María, quien con el pretexto de aprender a conducir, a su alrededor, va tejiendo su red. El chófer, aun estando ligeramente halagado, nota que detrás de esas miradas hay algo más arriesgado que un simple coqueteo. No es la primera vez que una mujer lo mira de esta forma, pero con María todo tiene un aspecto parecido al del ajedrez, con las piezas, como en este juego, consistiendo en personas. Y lo peor es que él no sabe si quiere llegar a ser un peón… o quizás ya lo sea.

Por el contrario, Begoña, tras el desplante de Julia, se refugia en los recuerdos de algo que alguna vez fueron. Andrés llega en su momento más bajo con muchas palabras que parecen de consuelo, pero que también pueden ser de advertencia: «María no va a soltarla fácilmente». Y entonces es cuando Begoña se encuentra con la duda sobre si no será que ha llegado demasiado tarde.

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