Durante años, San Blas-Canillejas apenas figuraba en el mapa mediático o turístico de Madrid. Hoy, el barrio vive una transformación palpable: visibilidad internacional, reactivación económica, nuevas infraestructuras y, sobre todo, orgullo vecinal. El Atlético de Madrid ha sido capaz de impulsar una transformación urbana, deportiva y verde de primer nivel en el distrito San Blas-Canillejas en menos de quince años, que ha supuesto además el rescate y la revitalización de una zona en desuso después del triple fracaso olímpico
Pocas infraestructuras urbanas generan tanto impacto en su entorno como un gran estadio… El Riyadh Air Metropolitano, sede del Atlético de Madrid, es hoy mucho más que un lugar para ver fútbol. Se ha convertido en un motor de transformación para San Blas-Canillejas, un distrito históricamente alejado de los grandes focos mediáticos y urbanísticos de la ciudad.
El Riyadh Air Metropolitano, sede del Atlético de Madrid, se alza sobre los terrenos que un día soñaron con albergar unos Juegos Olímpicos. La antigua Peineta, construida como uno de los pilares del fallido proyecto olímpico de Madrid, cayó en desuso tras el abandono de las candidaturas y dejó un vacío urbano en el este de la ciudad. Pero, donde otros vieron un sueño frustrado, el Atlético de Madrid vio una oportunidad: devolver la vida a esos terrenos y convertirlos en un nuevo motor de desarrollo urbano.
A petición del Ayuntamiento de Madrid, en 2005 el club comenzó las negociaciones para trasladar su estadio desde el Vicente Calderón a La Peineta. El acuerdo se materializó en 2008, y el nuevo estadio se inauguró en 2017. Desde entonces, el club ha trabajado codo con codo con el consistorio y con los diferentes gobiernos municipales para transformar esta zona en desuso en un nuevo eje de convivencia, cultura y deporte. Una historia de recuperación y transformación que recuerda a lo que ocurrió con Barcelona 92 y la Vila Olímpica o con Stratford tras Londres 2012: allí donde no llegaron los Juegos, ha llegado la acción sostenida del club.
Desde su inauguración en 2017, el estadio ha activado una transformación sin precedentes. El club se implicó desde el inicio con el desarrollo urbano del distrito, ejecutando mejoras como la construcción de la Avenida de Luis Aragónés, la creación de accesos a la M-40, M-21, M-14 y M-11 que usan a diario los vecinos y el desarrollo de aparcamientos de uso municipal. Además, ha impulsado la mejora del mobiliario urbano, la recuperación del carril bici y la ampliación de zonas verdes con la creación de un parque público frente al estadio.
Además, ha construido a la Dinamización de la vida social y económica del distrito. La Plaza de Grecia, antaño zona degradada, está hoy repleta de negocios activos. La vida social y económica del barrio se ha dinamizado, con un aumento palpable del comercio local y la apertura de nuevos establecimientos que aprovechan el flujo de personas los días de evento. Esta transformación se ha traducido también en una revalorización inmobiliaria y en una mayor percepción de seguridad y limpieza urbana,
Una actuación, a la que desde el año pasado se ha unido el desarrollo de la Ciudad del Deporte, que plantea un modelo similar a la ciudad deportiva del Mánchester City, donde se construyeron campos de uso exclusivo para el equipo inglés y otros para los vecinos.
El proyecto de la ‘Ciudad del Deporte’, actualmente en ejecución, supondrá un nuevo salto cualitativo: más de 265.000 m² de equipamientos deportivos y de ocio, entre ellos, dos centros municipales de uso vecinal y la generación de más de 3.500 empleos. La concesión municipal, otorgada por 75 años, asegura el uso público de buena parte de las instalaciones. Los vecinos podrán disfrutar de pistas deportivas al aire libre y cubiertas, incluida una pista de atletismo, en un entorno de calidad, diseñado a partir de reuniones con asociaciones vecinales. Un innovador proyecto, con una infraestructura diferencial y de última generación llamado a convertirse en un espacio multiexperiencial, con el deporte como epicentro de su actividad.
Una transformación más allá de la infraestructura física.
Desde su llegada al distrito, el club ha desplegado múltiples iniciativas sociales que han contribuido a reforzar el vínculo emocional y social entre el Atlético de Madrid y el barrio. Como la cesión del estadio como centro de vacunación durante la pandemia o más reciente, la organización del Día del Deporte de San Blas, que este año celebra su tercera edición, programas educativos con colegios del distrito, y la participación en ferias de empleo locales, además de hacer anualmente entrega de entradas gratuitas para eventos a asociaciones vecinales. Todo ello contribuye a reforzar el vínculo emocional y social entre el estadio y su entorno.
Esta red de colaboración constante ha consolidado la imagen del club como un vecino más, comprometido y presente. Y eso ha tenido efectos visibles en la cohesión del barrio. San Blas-Canillejas ya no es una periferia olvidada: es un lugar en el que pasan cosas, y que forma parte activa del pulso cultural y deportivo de Madrid.