sábado, 3 mayo 2025

La reina Letizia toma una decisión tras quedarse sin luz en el Palacio de la Zarzuela

La semana no comenzó con buen pie para la Casa Real. El lunes 28 de abril, España entera se vio envuelta en un fenómeno inédito: un apagón eléctrico de dimensiones nacionales. A partir del mediodía, la red eléctrica comenzó a fallar en distintos puntos del país y, en pocas horas, millones de ciudadanos se quedaron sin suministro. La situación, que se alargó durante toda la tarde y la noche, generó escenas de incertidumbre, interrupciones en servicios esenciales y una sensación generalizada de desconcierto. La Zarzuela, al igual que el resto del país, también se quedó sin luz. Ante un escenario tan anómalo, los reyes tomaron medidas rápidas y contundentes.

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La delicada situación de España

La primera decisión desde la Jefatura del Estado fue suspender el viaje oficial previsto para el martes 29 de abril. Tanto Felipe VI como la reina Letizia cancelaron su desplazamiento con el fin de atender de forma prioritaria lo que ocurría en territorio nacional. El contexto no permitía distracciones ni actividades protocolarias en el extranjero. Desde el Gobierno, se pedía igualmente limitar los desplazamientos, dado que las comunicaciones estaban afectadas y no todas las zonas tenían garantizado el restablecimiento de los servicios. Era un momento para estar presentes, y así lo entendió la Casa Real.

El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reconoció públicamente que el monarca había mantenido contacto permanente con él desde el inicio del apagón. Felipe VI quería estar informado al detalle sobre el origen del fallo, las medidas que se estaban implementando y cómo avanzaba la recuperación del suministro. Su inquietud no se quedó en simples llamadas telefónicas. El martes 29, en un gesto que no se recordaba en la historia reciente, Felipe VI decidió presidir personalmente el Consejo de Seguridad Nacional. Lo hizo, además, fuera de Zarzuela, en la sede de Moncloa, debido a la magnitud de los hechos. Allí, con semblante serio, saludó a los asistentes y tomó el liderazgo de la reunión extraordinaria.

Las imágenes difundidas por la cuenta oficial de Moncloa reflejaban a un rey completamente volcado en su papel institucional. Con gesto preocupado, Felipe VI escuchó las distintas intervenciones de los miembros del Consejo. No había espacio para la especulación, tal y como también apuntó el presidente del Gobierno: ninguna hipótesis estaba descartada, pero era imprescindible no caer en rumores ni en teorías sin fundamento. A lo largo de esas horas críticas, el rey se mantuvo en primera línea, como ya había hecho en otras emergencias recientes, como las inundaciones en la Comunidad Valenciana provocadas por la DANA. Aquella vez, Felipe VI acudió personalmente a las zonas más afectadas; ahora, su papel pasaba por entender las causas del apagón y coordinar la respuesta del Estado.

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