Hay cosas que uno nunca espera encontrarse en un control de carretera. Un radar oculto, un agente disfrazado de operario o incluso una multa por algo que ni sabías que podía ser sancionable. Y sin embargo, ocurre. La DGT, ese organismo que tantas veces aparece en nuestras vidas cuando menos lo esperamos, ha vuelto a sorprender con una sanción que parece sacada de una novela de Kafka.
No se trata de exceso de velocidad, ni de saltarse un semáforo, ni de hablar por el móvil. Esta vez la situación es tan específica, tan fuera de lo común, que cuesta creer que pueda llevar a una multa de hasta 600 euros. Pero lo cierto es que sí. Y todo gira en torno a los coches históricos, esos vehículos con más de treinta años que, aunque parezcan sacados de una exposición, también tienen que cumplir con unas normas muy concretas marcadas por la DGT.
2Una sanción de la DGT tan rara como contundente

La mayoría de las personas ni siquiera sabe que esto puede suponer una multa. Muchos creen que tener un coche viejo con buen aspecto basta para disfrutar de ciertas ventajas, sin saber que la legislación tiene reglas muy específicas. La multa, contemplda en el artículo 76 de la Ley de Tráfico, se dirige a quienes circulen con un coche de más de treinta años sin haberlo registrado correctamente como histórico.
Y no se trata de una mera formalidad, sino de una exigencia que afecta al uso del vehículo, a su mantenimiento e incluso a los días en que puede circular. Sí, has leído bien. La DGT establece que estos vehículos no pueden circular más de 96 días al año, y su uso debe ser ocasional. Así que, si alguien decide sacar su clásico cada día como si fuera un utilitario moderno, también está incumpliendo.