El aire en Valle Salvaje ya no es respirable, está lleno de rencores, mentiras y luchas de poder que ya no controlamos. Lo que se había iniciado como un drama rural con un poco de intriga se ha convertido en un espacio de conflicto, donde todos los personajes luchan por sobrevivir.
En este nuevo capítulo, se mezclan todas las piezas en este tablero de juego con verdes y amarillos, donde las fidelidades se quiebran con un ligero susurro y las alianzas se rompen en menos que un atardecer en la sierra.
1MERCEDES: UNA LUCHA CONTRA LA TRAICIÓN

Mercedes ha alcanzado una clara línea de no retorno en Valle Salvaje. Su conversación con José Luis ya no respeta matices, queda claro que su cuñado ha decidido que la Casa Grande podría situarse mejor sin su presencia. Cada mirada suya, cada palabra elegida, termina tomando una forma amenazadora, «no es sólo el miedo a perder su hogar lo que la destroza, sino la propia idea de que Victoria, aquella que ha asesinado a su hermana, se siente capaz de ocupar el lugar que le corresponde en la mesa de la familia», le confiesa a Bernardo en un proceso de vulnerabilidad que no se ha visto en ella.
La sensación de impotencia la ha hecho explotar, pero Mercedes no es una mujer que se rinda de una manera sencilla. «En sus ojos hay algo, una chispa de determinación que parece sugerir que todavía tiene un as en la manga», dijo un testigo de sus últimas apariciones. ¿Es capaz de cambiar la situación, o bien José Luis ha tirado demasiado bien de los hilos?
Los rumores aseguran que Mercedes podría estar reuniendo pruebas contra Victoria, las pruebas o el pasado de la mujer capaz de frenarla en seco. Hay quien ha afirmado que ha mantenido algún contacto con viejos conocidos de Victoria, buscando alguna debilidad aplicable. «Si alguna vez entiende cómo relacionar a Victoria con la muerte de su hermana, guerra habrá a partir de ahí, y sin vuelta atrás, advierte una persona próxima a este personaje.
Pero el tiempo le juega en contra. José Luis no solo tiene en mente su salida, sino que también se ha decidido a ir equilibrando desde ya las responsabilidades de la hacienda, relegándola a una posición secundaria. Una muerte lenta, un intento de desgastarla hasta que su cara y su presencia sean irrelevantes, percibe un seguidor de las pequeñas cosas. Sin embargo, Mercedes siempre ha sido como un junco, se dobla pero no se quiebra.
El momento definitivo podría estar caminando hacia su final. Hay quien piensa que tomará una decisión extrema, tal vez aliándose, por qué no, con alguien inesperado, contraatacando. En Valle salvaje las alianzas más insospechadas son las que acaban dando la vuelta a las cosas, recuerda un seguidor de las historias de la serie. Si hay alguien que puede darle la vuelta a esta partida de ajedrez, esa es Mercedes.»