Gazprom cerró el ejercicio 2024 con un beneficio neto anual de 1,2 billones de rublos (12.240 millones de euros), según los informes de la compañía, de los que se ha hecho eco Reuters. De este modo, las cuentas del gigante energético ruso rebotan con fuerza desde las pérdidas del año anterior, gracias a la mejora en su negocio de gas y al incremento de los ingresos financieros procedentes de inversiones.
Gazprom es, posiblemente, la empresa rusa más afectada por las sanciones internacionales impuestas tras la invasión rusa de Ucrania hace tres años. Aunque la economía rusa ha mostrado resistencia, ya empiezan a manifestarse señales de tensión en varios sectores industriales.
En 2023, Gazprom registró una pérdida neta de casi 7.000 millones de dólares (6.580 millones de euros), la primera desde 1999, debido a la drástica caída de las ventas al Unión Europea, que hasta entonces era su principal fuente de ingresos.
EL GAS SUPERA AL PETRÓLEO EN EL NEGOCIO DE GAZPROM
Comentando los resultados de 2024, el director general adjunto de Gazprom, Famil Sadygov, declaró que el grupo contaba con un colchón de liquidez significativo de 1.034 billones de rublos (10.543 millones de euros). «Esta reserva de fondos en el balance garantiza una alta estabilidad financiera del grupo, incluso bajo la presión de las sanciones», señaló.
Pese al regreso a los beneficios, la compañía sigue enfrentando retos derivados de la caída de las ventas de gas en Europa, ya que los suministros a la región a través de Ucrania se interrumpieron el 1 de enero, al no renovarse el acuerdo de tránsito anterior con Kiev.
LA FACTURACIÓN DEL GIGANTE ENERGÉTICO RUSO ROZÓ EL EQUIVALENTE A 110.000 MILLONES DE EUROS, EL SEGUNDO MEJOR RESULTADO EN LA HISTORIA DE LA EMPRESA
Según el informe de la compañía, su negocio de gas generó 756.000 millones de rublos (7.711 millones de euros) en 2024, superando al segmento petrolero, que obtuvo un beneficio de 649.000 millones de rublos (6.619 millones de euros).
La facturación del grupo Gazprom, que incluye las actividades de gas, petróleo y energía eléctrica, aumentó un 25% hasta alcanzar los 10,7 billones de rublos (109.140 millones de euros) el año pasado, lo que representa el segundo mejor resultado en la historia de la empresa.
El resultado antes de intereses, impuestos, amortizaciones y depreciaciones (Ebitda, por sus siglas en inglés) se disparó un 76%, alcanzando los 3,1 billones de rublos (31.620 millones de euros) en 2024. La empresa afirmó que solo en 2021 y 2022 obtuvo beneficios superiores, coincidiendo con los picos históricos de los precios del gas en Europa.
UNA LARGA TRAVESÍA POR EL DESIERTO
Expulsada de los mercados europeos como represalia por la invasión de Ucrania, la compañía estatal rusa ha pasado un auténtico via crucis en estos años de guerra: miles de millones anuales en pérdidas que han puesto en serio riesgo su estructura.
Gazprom fue fundada en 1989, en las postrimerías de la URSS. Su herencia soviética se refleja en su condición de empresa pública, ya que el Estado ruso controla la mayor parte de su accionariado, aunque la gestión económica y estratégica está en manos privadas. Hasta que estalló el conflicto entre Moscú y Kiev, era la segunda mayor petrolera del mundo, solo por detrás de la saudí Aramco, y aún controla el 15% de las reservas de gas del planeta.
La guerra decretada por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, torció la trayectoria de Gazprom hasta límites nunca antes vistos. El veto de la Unión Europea (UE) a los productos energéticos rusos desembocaron en pérdidas de 7.000 millones de dólares -cantidad reportada por la propia compañía en 2023- tras el desplome de sus ventas de gas y un descalabro del 82% en las de petróleo.