La tecnología está favoreciendo la transformación del entorno laboral avanza hacia un modelo más equilibrado, inclusivo y centrado en las personas. No obstante, en este año 2025, el debate ya no gira únicamente en torno a la digitalización y la automatización, sino también al bienestar, la conciliación y la sostenibilidad del trabajo. Las empresas se enfrentan a retos que también son oportunidades para rediseñar sus modelos operativos ante novedades como la reducción de la jornada laboral, la digitalización del control horario, el derecho a la desconexión digital, la flexibilidad, el bienestar de los empleados en todos los aspectos, y los nuevos roles y oportunidades que la tecnología como la IA está generando.
Aunque las cuestiones relacionadas con el bienestar son claves, es la aplicación tecnológica al entorno laboral la que en buena medida está consiguiendo cambiar la gestión de la fuerza laboral en España y en el mundo hacia planteamientos relacionados con la flexibilidad y ese bienestar laboral que empieza a ser clave para obtener un impacto directo en la productividad y la sostenibilidad de los equipos.
Las compañía Sisqual, experta en el establecimiento de plataformas de gestión de la fuerza laboral, destaca este primero de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, como la fecha idónea para analizar las tendencias laborales que, marcadas en su mayoría pro la tecnología, van a marcar el futuro del empleo durante este 2025.
Así, la compañía señala cinco tendencias claves para entender por dónde camina el futuro de las condiciones del trabajo en nuestro país. La primera de estas tendencias que señala es la relacionada con la reducción de la jornada laboral, que va a favorecer, en su opinión «un nuevo modelo de productividad».
la reducción de la jornada laboral va a favorecer «un nuevo modelo de productividad» y exigirá a las empresas una planificación más eficiente del tiempo y los recursos
Según explican, la propuesta de reducción progresiva de la jornada laboral en España, de 40 a 37,5 horas semanales, «representa una transformación profunda en la organización del trabajo». Este cambio, impulsado por la necesidad de favorecer la conciliación y el bienestar sin sacrificar competitividad, exigirá a las empresas una planificación más eficiente del tiempo y los recursos.
Aunque en términos comparativos España aún mantiene jornadas similares a las de Alemania o Bélgica, la tendencia europea apunta hacia modelos más sostenibles. «Adaptarse a esta nueva realidad requerirá herramientas capaces de redistribuir turnos, optimizar cargas de trabajo y garantizar el cumplimiento normativo sin comprometer la continuidad operativa», sostienen desde la consultora especializada.

TECNOLOGÍA Y DIGITALIZACIÓN
La segunda tendencia que destacan es la digitalización del control horario, que aporta a empresas y trabajadores la necesaria precisión, transparencia y cumplimiento. en su opinión, una vez que el registro de jornada pasa a ser una obligación no solo legal, sino estratégica, la digitalización de este proceso permitirá a las organizaciones mejorar la trazabilidad del tiempo trabajado, reducir incidencias administrativas y ofrecer mayor autonomía a los empleados.
Los sistemas de fichaje digitales, disponibles vía app, permiten acceder desde cualquier dispositivo, gestionar ausencias y vacaciones, e incluso intercambiar turnos, todo en tiempo real. Esta tecnología también facilita la comunicación interna, el seguimiento de objetivos y el envío de notificaciones, con lo que mejora tanto la eficiencia como la experiencia del empleado.
En tercer lugar se sitúa como tendencia el derecho a la desconexión digital, porque desde hace ya unos años «la hiperconectividad ha diluido los límites entre la jornada laboral y la vida personal». Para este 2025, garantizar el derecho a la desconexión digital se consolida como una práctica esencial para preservar la salud mental y construir culturas organizativas más responsables. En este sentido, los sistemas automatizados, «como las herramientas de WFM, ayudan a limitar los contactos fuera del horario laboral (gracias a la correcta distribución de horarios y turnos) y a gestionar las comunicaciones con criterios de respeto y equilibrio fundamental para prevenir el desgaste profesional y fomentar entornos de trabajo sostenibles», argumentan desde Sisqual.
«la tecnología juega un papel decisivo para facilitar esa conciliación efectiva, porque que cada cambio o necesidad personal puede ser gestionada sin afectar la operativa del negocio»
La conciliación real y la flexibilidad como ventaja competitiva es otra de las tendencias que se van a ver en el nuevo paradigma laboral, que «permite y exige mayor flexibilidad» lo que facilita a las compañías la posibilidad de atraer y retener talento, reducir el absentismo y la rotación. En este aspecto, «la tecnología juega un papel decisivo para facilitar esa conciliación efectiva, porque que cada cambio o necesidad personal puede ser gestionada sin afectar la operativa del negocio».
El bienestar emocional y salud mental, también prioridades para las empresas. Más allá del salario o el horario, los empleados valoran entornos saludables. En aras de perseguir el cuidado de la salud mental, cada vez más estratégica en los departamentos de RRHH, «la capacidad de las empresas para distribuir de forma equitativa las cargas de trabajo, detectar signos tempranos de fatiga o estrés y fomentar dinámicas más colaborativas tendrá un impacto directo en la productividad y en la sostenibilidad de los equipos». según la compañía especializada.
LA IA ¿AMENAZA O ALIADA?
Un último punto especial es la tendencia de la aplicación de la IA para cientos de procesos laborales que antes realizaban las y los empleados humanos. El auge de la inteligencia artificial (IA) y las nuevas tecnologías ha generado entusiasmo, sí, pero también incertidumbre en el entorno empresarial y laboral. Muchas compañías y profesionales siguen viendo estas herramientas como amenazas a la estabilidad laboral, la privacidad o incluso a la ética corporativa. El temor a que la IA reemplace empleos, genere desigualdades o deshumanice el trabajo se ha instalado en la opinión pública y en la agenda de muchas organizaciones.
Sin embargo, los datos actuales cuentan una historia diferente. Según el informe Future of Jobs Report 2023 del Foro Económico Mundial , se espera que para 2027 la IA y la automatización creen 69 millones de empleos nuevos.
El auge de la IA ha generado entusiasmo, sí, pero también incertidumbre en el entorno empresarial y laboral. Muchas compañías y profesionales siguen viendo estas herramientas como amenazas a la estabilidad laboral,
El resultado es una reducción menor del empleo, acompañada de una transformación profunda en las competencias requeridas. Además, el 75% de las empresas encuestadas planea adoptar IA en los próximos cinco años, priorizando la mejora de la productividad y el apoyo a la toma de decisiones.
Así, según Juan Luis Moreno, Director General de la escuela especializada en business & tech, The Valley Business & Tech School, «el debate no está en si la IA va a sustituir empleos, sino en cuáles son los nuevos roles que ya está generando y cómo las compañías deben preparar a su talento para asumirlos. Desde The Valley llevamos años viendo cómo las organizaciones que apuestan por la formación en negocio y tecnología están mejor posicionadas para adaptarse a esta transición. La IA no reemplaza a las personas, pero sí a aquellas que no saben usarla».