A cierta edad, todos empezamos a mirar las cosas con más calma, pero el volante sigue siendo una parte esencial para muchas personas. Conducir no es solo una cuestión de autonomía, también de rutina, de pequeñas libertades cotidianas. La DGT lo sabe y, por eso, ha decidido ajustar algunas reglas para quienes han superado los 65 años.
No se trata de poner trabas sin más, sino de asegurarse de que cada persona que sigue al mando de un coche lo hace con las condiciones necesarias. Porque, aunque el paso del tiempo es inevitable, la seguridad en la carretera sigue siendo una responsabilidad compartida.
3Un alivio para el bolsillo (pero con matices)

Hay un pequeño respiro para quienes ya han cumplido los 70 años: están exentos de pagar la tasa de renovación. Aun así, no todo es gratis. El coste del reconocimiento médico corre a cuenta del conductor, y ese paso sigue siendo obligatorio.
Aun así, es un gesto por parte de la administración que no pasa desapercibido. En una etapa en la que los ingresos muchas veces se reducen, cada ayuda cuenta. Y más si permte mantener algo tan importante como el carnet de conducir.