A cierta edad, todos empezamos a mirar las cosas con más calma, pero el volante sigue siendo una parte esencial para muchas personas. Conducir no es solo una cuestión de autonomía, también de rutina, de pequeñas libertades cotidianas. La DGT lo sabe y, por eso, ha decidido ajustar algunas reglas para quienes han superado los 65 años.
No se trata de poner trabas sin más, sino de asegurarse de que cada persona que sigue al mando de un coche lo hace con las condiciones necesarias. Porque, aunque el paso del tiempo es inevitable, la seguridad en la carretera sigue siendo una responsabilidad compartida.
1Cambios importantes a partir de los 65

A partir de los 65 años, el carnet de conducir ya no tiene la misma validez que antes. La renovación pasa a ser obligatoria cada cinco años, y cuando se cumplen los 70, el plazo se reduce a solo dos. No es un capricho, es una forma de tener un control más frecuente sobre el estado de salud de los conductores.
Pero aquí no vale cualquier revisión. Para poder renovar, la única manera es pasar un examen médico riguroso, que no solo evalúa la vista y el oído, sino también reflejos, coordinación y capacidad cognitiva. Porque no se tata solo de conducir, sino de reaccionar a tiempo y tomar decisiones correctas.