Cuando el verano empieza a asomar y los días se hacen más largos, muchas sentimos esa pequeña presión interna de querer mejorar nuestro aspecto. La operación bikini vuelve a estar en boca de todos y, claro, uno de los grandes enemigos a combatir es la celulitis. Esa textura en la piel que parece que nunca se va, por más que lo intentemos, y que nos hace preguntarnos si hay algo que realmente funcione.
La realidad es que la celulitis es algo totalmente normal. Afecta a la mayoría de las mujeres, incluso a quienes tienen un peso saludable o hacen ejercicio regularmente. No es una cuestión de kilos, sino de cómo se estructura la piel y el tejido graso en nuestro cuerpo, así que lo primero es quitarnos los complejos… y luego, si queremos mejorar su apariencia, saber exactamente cómo hacerlo de verdad.
6Ducha fría: el pequeño hábito que marca la diferencia

Nadie se emociona ante la idea de terminar su ducha con agua fría, pero créeme que merce la pena. El frío activa la circulación sanguínea, tonifica los tejidos y ayuda a combatir la retención de líquidos. Un chorro de agua fría en muslos, glúteos y abdomen puede convertirse en tu secreto mejor guardado.
Si empiezas poco a poco, alternando agua tibia y fría, tu cuerpo se irá acostumbrando… Y cuando veas que en unas semanas tu piel se nota más firme, ya no querrás ducharte de otra manera. No es magia, es ciencia: la estimulación de la circulación hace milagros visibles.