miércoles, 30 abril 2025

La DGT alerta, si te multan por esto, la policía puede precintar tu coche en el acto

El día a día al volante puede traer sorpresas desagradables, algunas más costosas que otras, pero pocas tan fulminantes como la que abordamos hoy. La DGT no se anda con chiquitas cuando se trata de ciertas infracciones consideradas críticas para la seguridad vial, y el desconocimiento de la norma, como bien sabemos, no exime de su cumplimiento ni de sus severas consecuencias. Hablamos de situaciones que van más allá de la simple multa económica y que pueden dejarte, literalmente, tirado en la cuneta con el coche precintado por las autoridades.

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Imagínate la escena: un control rutinario, los agentes te dan el alto y, tras solicitar la documentación, descubren una irregularidad grave. No se trata de un exceso de velocidad o un mal aparcamiento, sino de algo que compromete directamente la seguridad tuya y del resto de usuarios de la vía. En cuestión de minutos, lo que era un trayecto normal se convierte en una pesadilla logística y económica, con tu vehículo inmovilizado y una serie de trámites por delante para poder recuperarlo, si es que procede. Conviene estar muy al tanto de qué situaciones activan esta medida drástica para evitar verse envuelto en un problema de semejante calibre.

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¿QUÉ PASA CUANDO LA POLICÍA DICE ‘HASTA AQUÍ HEMOS LLEGADO’?

Fuente Freepik

Cuando un agente de la Guardia Civil de Tráfico o de la Policía Local detecta una de estas infracciones tan graves –falta de seguro o ITV caducada con resultado desfavorable/negativo circulando indebidamente–, la orden es clara: el vehículo no puede seguir circulando. Se procederá entonces a su inmovilización ‘in situ’ si es posible y seguro hacerlo, o se requerirá la intervención de una grúa para trasladarlo al depósito municipal o a un lugar designado por la autoridad, siempre bajo la responsabilidad y coste del titular del vehículo. El precinto es la señal física de que el coche queda bajo custodia y no puede ser movido hasta que se resuelva la situación que originó la medida, una acción que la DGT respalda como necesaria ante riesgos evidentes.

Levantar el precinto y recuperar el vehículo inmovilizado requiere cumplir escrupulosamente con una serie de pasos. Primero, hay que subsanar la causa que motivó la inmovilización: contratar un seguro válido o presentar el informe favorable de la ITV tras reparar los defectos detectados. Segundo, es imprescindible abonar la sanción correspondiente impuesta por la DGT o garantizar su pago. Y tercero, habrá que liquidar los gastos generados por la grúa y los días de estancia en el depósito municipal, que pueden acumular una suma considerable. Solo una vez completados todos estos trámites y presentada la documentación justificativa ante la Jefatura de Tráfico o la autoridad municipal competente, se autorizará la retirada del vehículo.


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