El gran apagón de este 28 de abril de 2025 colapsó comunicaciones, paralizó el trasporte, puso en un brete a servicios críticos como hospitales y escuelas y ha revalorizado el medio radiofónico como referencial en situaciones complicadas.
En medio del desconcierto, la radio a pilas volvió a ocupar un lugar central en los hogares como fuente fiable de información. La imposibilidad de usar internet o redes móviles obligó a muchos a recurrir a este medio tradicional.
Los bazares y tiendas de electrónica experimentaron un repunte inesperado en la demanda de radios portátiles, cuyas existencias se agotaron rápidamente. Este resurgir recuerda inevitablemente a la conocida como la noche de los transistores del 23 de febrero de 1981, durante el intento fallido de golpe de Estado.
En aquella ocasión, mientras los diputados permanecían retenidos en el Congreso, muchas personas se mantuvieron al tanto de lo que ocurría gracias a pequeños radios portátiles. Fue la radio quien desmintió las versiones oficiales del momento y contribuyó a mantener informada y alerta a parte de la ciudadanía.
El episodio vivido este lunes ha vuelto a poner en valor el papel de la radio en contextos de emergencia. Su autonomía frente a la red eléctrica y a las infraestructuras tecnológicas modernas la convierte en un instrumento esencial para garantizar el derecho a la información en situaciones críticas.
Eso sí, este hecho no legitima el estratégico retraso que sufre la radio digital en España por culpa de la pinza conformada por el PSOE y el PP. La radio digital no implicaría la desaparición de las emisiones por frecuencia modulada.
LAS TELES AGUANTARON CON GRUPOS ELECTRÓGENOS
Las principales televisiones españolas se aferraron a sus grupos electrógenos para mantener la emisión ante unas audiencias mínimas. El apagón provocó la suspensión del estreno de la principal apuesta de La 1 de TVE para esta primavera, ‘La familia de la tele’.
En líneas generales, todas las televisiones pusieron en marcha unas dignas programaciones sin estridencias. Sin embargo, este martes algunas volvieron a las andadas. Fue el caso de Ana Rosa Quintana, que se marcó un editorial muy llamativo.

«Todas las hipótesis estaban abiertas. Desde el ciberataque, a las causas climatológicas o la acumulación de enchufes en Moncloa», dijo con ironía. La reina emérita de las mañanas aseguró que «Pedro Sánchez pidió en su comparecencia que solo hiciésemos caso a la información de los canales oficiales, pero no había canales oficiales. Solo nos llegaba algo de información desde el Gobierno portugués, desde Bruselas o desde las radios».
TIRÓN DE OREJAS
El País tiró este martes de las orejas a Pedro Sánchez por su tardanza en la respuesta. «El Gobierno de España tardó cinco horas y media en comparecer mientras el país se paralizaba y versiones de todo tipo eran difundidas por distintas fuentes tanto en España como en Portugal. Ya está más que acreditado que en las crisis la ausencia de información es el campo abonado para la desinformación», aseguraron.
Este lunes el presidente del Gobierno, señala el diario de Prisa, «compareció en dos ocasiones, a las seis de la tarde y a las once de la noche, en las que no aportó más novedades sobre las causas del suceso, lo que da la medida del evento sin precedentes al que nos hemos enfrentado en un sistema en el que intervienen múltiples operadores».
Abc, por su parte, destaca «la lección de civismo que desde primera hora de la tarde dieron los españoles, víctimas de una crisis inédita en nuestro entorno y nuestro tiempo, vuelve a ser la mejor noticia de una jornada, negra en forma y fondo, de la que no solo España, sino el resto de países desarrollados, conectados a unas redes globales que colapsan tras un apagón eléctrico, pueden y deben extraer lecciones».