Anabel Pantoja ha vivido una de las experiencias más angustiosas de su vida durante el histórico apagón que dejó a gran parte de España y otros puntos de Europa sin suministro eléctrico. Mientras la mayor parte de la península sufría la pérdida de la red eléctrica, la influencer se encontraba en Canarias, donde el caos no la afectaba directamente, pero sí vivió la crisis de una forma muy especial: la incomunicación con su pareja y padre de su hija, David Rodríguez, con quien no pudo contactar durante horas. A las 12:30 de la tarde del pasado lunes, un suceso sin precedentes sacudió a España y a varios países europeos. Un total de 15 GW de generación se perdieron «súbitamente del sistema en apenas cinco segundos», lo que desencadenó un apagón masivo que dejó a millones de personas sin acceso a luz ni a comunicación. Mientras el país vivía horas de incertidumbre y miedo, Anabel Pantoja observaba desde la distancia, impotente y desconectada de su ser querido.
2El mensaje de Anabel Pantoja

La incertidumbre seguía acechando a los afectados, y las noticias que llegaban indicaban que la recuperación total del sistema eléctrico podría llevar horas o incluso días. Sin embargo, para Anabel, lo más angustiante era estar tan lejos de su familia y no saber cuándo podría volver a hablar con David. A lo largo de ese día tan complejo, la joven pasó de la preocupación a la reflexión, reconociendo la importancia de las relaciones personales y de la tecnología en nuestras vidas. El apagón, además de paralizar el país, dejó una huella emocional profunda en muchos de los afectados, como en el caso de Anabel, quien experimentó en primera persona lo vulnerable que somos cuando nos vemos privados de los recursos que normalmente damos por sentados.
El mensaje de Anabel Pantoja, además de ser una declaración de amor y desesperación por la falta de comunicación, también fue una llamada de atención sobre la dependencia tecnológica de la sociedad actual y cómo una crisis de esta magnitud puede desbaratar nuestra vida cotidiana. Aunque la situación ya se ha normalizado, el impacto emocional y psicológico del apagón sigue siendo recordado por miles de personas que, como Anabel, vivieron momentos de angustia e incertidumbre.