Aunque ya hay varios repartidores trabajando con las flotas, y varios problemas generados por el modelo de trabajo de estas empresas, Glovo sigue apostando por qué sus contratos directos sean la mejor opción para sus riders. La empresa no solo ha empezado a enviar contratos, la mayoría de ellos indefinidos, sino que ha permitido que, al menos en principio, los repartidores elijan el horario más cómodo para ellos y la cantidad de horas que harán a la semana.
Es un paso importante de la empresa que ha entendido, en pleno huracán, que la relación que mantengan con estos repartidores será clave para el futuro inmediato. Es que con una demanda colectiva, por lo que los ex repartidores están considerando un despido injustificado al quedarse fuera del nuevo modelo, una denuncia de fiscalía contra su fundador y consejero delegado, Oscar Pierre, y por supuesto la demanda de Just Eat por competencia desleal, es de esperarse que intenten que un proceso que saben clave para el futuro de su negocio en el país avance de la forma más fluida posible.
De momento, el mensaje sobre contratos que está recibiendo esta nueva tanda de repartidores, hasta ahora operando bajo el modelo de autónomos, les informa que pueden elegir las horas, que se les solicitará los documentos necesarios para poder ser contratados y dados de alta en la seguridad social. Se informa además que el proceso avanzará de la mano de Coloriuris, el mismo proveedor de documentos legales en formato digital que usan empresas como Movistar, Banco Sabadell, o el Valencia Fútbol Club.
En cualquier caso, es evidente que los procesos se están acelerando cada vez más. Los repartidores que no están de acuerdo con el nuevo modelo cada vez se sienten más apartados, como es de esperar, y cada vez operan más repartidores con contratos de flotas en las grandes ciudades españolas, ya incluso algunos han firmado un contrato directo con el unicornio español, aunque estos últimos todavía son una minoría en el servicio.
GLOVO Y LA TRANSFORMACIÓN DE TODO EL SECTOR
Lo cierto es que este cambio en el unicornio español hace que la mayoría de los trabajadores del mundo del delivery sean trabajadores por cuenta ajena. Para un sector que se presentó como un espacio para que los autónomos y trabajadores de otra índole completaran su sueldo, formato que siguen defendiendo empresas como Uber Eats y Door Dash en otros territorios, es un cambio de paradigma importante. Al mismo tiempo, tras la aprobación de la ley rider, la decisión ha salido de las manos de estas empresas.

De hecho, Deliveroo y Stuart decidieron abandonar el territorio ibérico antes de lidiar con el cambio de modelo, como lo han hecho en Just Eat y ahora en Glovo. De momento es precisamente Uber Eats la única plataforma que insiste en el modelo de «falsos autónomos» en el país. Es llamativo, no solo se trata de una empresa que ya ha intentado aplicar un modelo de contratación a través de flotas, como lo hizo en 2020, sino que su ramal principal, el transporte, opera en España a través de flotas de conductores contratados en lugar de autónomos.
Es un cambio que también puede influir en los precios y la experiencia del usuario. De momento Glovo ha prometido que no será así, pero solo el tiempo dirá, mientras tanto será interesante seguir de cerca la situación de Uber Eats, para saber si el Gobierno, y en particular el ministerio de Trabajo que preside Yolanda Díaz, aplicarán sobre ellos la misma presión que aplicaron sobre el unicornio español.
UNA APUESTA DE 100 MILLONES DE EUROS
Lo cierto es que para Glovo y su empresa matriz, la alemana Delivery Hero, no es un esfuerzo menor. La empresa ha asumido el costo de esta transformación en unos 100 millones de euros, como lo ha repetido Oscar Pierre en cada entrevista que ha hecho sobre la situación, y se suman los problemas legales previos que ya tenían acumulados antes de dar este paso.
Además, es evidente que esta primera etapa de contrataciones no será igual a la próxima. Aunque ahora los repartidores pueden elegir su horario, no es de esperar que la situación se mantenga con las próximas contrataciones, estos son trabajadores en una situación muy peculiar, que no se debería repetir.