Hay olvidos cotidianos que apenas tienen trascendencia, como dejarse las llaves o no comprar el pan, pero existen otros despistes que pueden convertirse en un verdadero quebradero de cabeza y afectar seriamente a nuestro bolsillo. Pocas cosas ilustran mejor esta situación que circular con el coche sin haber pasado la Inspección Técnica de Vehículos, un detalle que puede parecer menor, pero cuyas consecuencias económicas van mucho más allá de la simple multa administrativa si tenemos la mala suerte de sufrir un accidente. La tranquilidad de saber que nuestro seguro responderá puede desvanecerse en un instante si descubrimos que la falta de la pegatina actualizada invalida ciertas coberturas esenciales, transformando un percance vial en una posible ruina financiera.
La rutina diaria, las prisas y la sensación de que «a mí no me va a pasar» a menudo nos llevan a posponer tareas como la de llevar el coche a la estación de inspección. Sin embargo, subestimar la importancia de tener la ITV al día es un error de cálculo peligroso, especialmente cuando entran en juego las aseguradoras. Estas compañías, ante un siniestro, revisan con lupa toda la documentación y el estado del vehículo, y la ausencia de una inspección favorable puede ser el argumento perfecto para desentenderse de los costes derivados del accidente, dejándonos en una posición de absoluta vulnerabilidad económica y legal frente a los daños propios y ajenos.
4¿A TODO RIESGO O A TERCEROS? LA ITV AFECTA IGUAL

Existe una creencia errónea bastante extendida de que tener un seguro a todo riesgo es una especie de blindaje total ante cualquier eventualidad, incluyendo circular con la ITV caducada. Sin embargo, esto no es del todo preciso; la cobertura de daños propios, que es la característica principal de un seguro a todo riesgo, es precisamente una de las que con mayor probabilidad denegará la aseguradora si el vehículo no tiene la inspección técnica al día en el momento del siniestro. La compañía argumentará, como ya se ha mencionado, el incumplimiento de las condiciones contractuales relativas al mantenimiento y legalidad del vehículo para justificar esta negativa.
En el caso de los seguros a terceros, básicos o ampliados, la situación no es necesariamente más halagüeña, aunque el enfoque del problema cambia ligeramente. Si bien la cobertura de Responsabilidad Civil Obligatoria intentará proteger a las víctimas, la aseguradora podría igualmente ejercer el derecho de repetición contra su propio asegurado si demuestra que la falta de ITV ha sido relevante en el accidente o si simplemente se acoge al incumplimiento contractual general. Además, las coberturas voluntarias incluidas en seguros a terceros ampliados (como lunas, robo o incendio) también podrían verse afectadas o denegadas bajo el mismo pretexto, demostrando que la vigencia de la ITV es un pilar fundamental para la validez de casi cualquier tipo de póliza.