martes, 17 junio 2025

El alimento ‘prohibido’ número 1 si sufres de gota y no es la carne roja

El imaginario popular suele señalar con dedo acusador a ciertos alimentos cuando se habla de dolencias como la hiperuricemia. Pensamos casi instintivamente en copiosas comidas ricas en carnes rojas o mariscos, esos festines que asociamos a excesos y que, ciertamente, tienen su cuota de responsabilidad en el aumento del ácido úrico. Sin embargo, existe un ‘enemigo’ mucho más cotidiano y socialmente aceptado que encabeza la lista negra para quienes sufren de gota, un adversario disfrazado de refrescante y popular bebida que a menudo pasa desapercibido en las recomendaciones dietéticas más superficiales.

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La sorpresa para muchos llega al descubrir que no es un manjar sólido, sino líquido, el principal responsable de desencadenar esos dolorosos ataques que incapacitan las articulaciones. Hablamos de la cerveza, esa compañera inseparable de terrazas y aperitivos que, bajo su apariencia inocente, esconde una combinación particularmente perjudicial para los niveles de ácido úrico. Su doble impacto, aportando una cantidad significativa de purinas y dificultando su eliminación, la convierte en un factor de riesgo de primer orden, superando incluso a los sospechosos habituales en la dieta de quienes padecen esta condición metabólica.

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MÁS ALLÁ DE LA CERVEZA: OTRAS BEBIDAS ALCOHÓLICAS Y SU RIESGO

Fuente: Freepik

Aunque la cerveza se lleva la palma como la bebida alcohólica más perjudicial para la gota debido a su alto contenido en purinas y su efecto diurético, no es la única que debe consumirse con precaución. Los licores destilados, como el whisky, el vodka o la ginebra, aunque prácticamente no contienen purinas, siguen teniendo un potente efecto diurético debido a su graduación alcohólica, lo que puede contribuir a la concentración de ácido úrico y desencadenar ataques en personas susceptibles.

El caso del vino es algo más complejo y la evidencia científica no es tan concluyente como con la cerveza o los licores. Algunos estudios sugieren que un consumo moderado de vino tinto podría tener un impacto menor sobre los niveles de ácido úrico, e incluso algunos componentes como los polifenoles podrían tener efectos protectores, pero el alcohol que contiene sigue siendo un factor de riesgo por su efecto sobre la hidratación y el metabolismo hepático. En cualquier caso, para los pacientes con gota, la moderación extrema o la abstinencia total de cualquier bebida alcohólica suele ser la recomendación más segura.


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