Cada vez que se acerca el momento de ajustar los relojes, muchas personas comienzan a notar que su cuerpo no responde igual. El cambio de hora puede parecer una simple formalidad, pero sus efectos se sienten más de lo que imaginamos, especialmente en el sueño, la concentración y el rendimiento físico. Por eso, adelantarse a sus consecuencias es clave para sobrellevarlo sin sobresaltos.
Aunque esta modificación se hace durante el fin de semana, y eso facilita la adaptación a la mayoría, hay personas que lo viven como un auténtico desajuste. Si no quieres que este domingo se convierta en un quebradero de cabeza, te damos los mejores consejos para minimizar su impacto y seguir con tu rutina como si nada hubiera ocurrido.
7El alcohol, un falso amigo para dormir

Tomarse una copa la noche del cambio de hora puede parecer una buena idea para relajarse, pero lo cierto es que el alcohol interfiere con la calidad del sueño. Aunque inicialmente provoque somnolencia, durante la noche fragmenta el descanso y hace que el sueño sea menos profundo y reparador.
Si estás intentando adaptarte a un nuevo ritmo, lo mejor es evitar el consumo de bebidas alcohólicas durante al menos dos o tres días. Darle al cuerpo las mejores condiciones para dormir es crucial, y eso empieza por eliminar elementos que, aunque parezcan inofensivos, terminan empeorando el descanso.