lunes, 7 julio 2025

Forbes la destaca y los viajeros la adoran, la ciudad española que lo está rompiendo

El buen tiempo, la gastronomía, las playas de aguas cristalinas y un casco histórico de ensueño se han convertido en los principales atractivos de la capital balear. La prestigiosa revista Forbes ha incluido recientemente a Palma de Mallorca entre las ciudades europeas imprescindibles para visitar este 2025, consolidando así su creciente popularidad entre los viajeros internacionales. Este reconocimiento no ha hecho más que reforzar lo que muchos turistas ya sabían: Palma se ha transformado en un destino de primer nivel que combina a la perfección tradición mediterránea con una oferta moderna y sofisticada.

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El auge de la capital mallorquina no es casualidad ni producto de una moda pasajera. Durante los últimos años, Palma ha experimentado una transformación radical que ha sabido mantener su esencia mientras se reinventaba como destino urbano de calidad, apostando por un turismo más sostenible y experiencial que atrae a un público cada vez más exigente. La combinación de su riqueza patrimonial, su excelente clima durante prácticamente todo el año y una escena gastronómica en constante evolución han convertido a esta joya mediterránea en uno de los destinos urbanos con mayor proyección de España, algo que no ha pasado desapercibido para publicaciones de referencia mundial como Forbes.

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LA REVOLUCIÓN GASTRONÓMICA PALMESANA QUE CONQUISTA PALADARES

Fuente: Pexels

La escena culinaria de Palma ha experimentado una auténtica revolución en la última década, situándose como uno de los principales reclamos turísticos de la ciudad y captando la atención de publicaciones especializadas como Forbes. La combinación de producto local de primera calidad con la creatividad de una nueva generación de chefs ha dado como resultado una oferta gastronómica diversa y emocionante que va mucho más allá de los platos tradicionales mallorquines. Sin renunciar a clásicos como la sobrasada, el tumbet o la ensaimada, los restaurantes palmesanos han sabido evolucionar hacia propuestas más contemporáneas que fusionan la esencia mediterránea con técnicas e influencias internacionales, creando así una identidad culinaria propia que seduce tanto a locales como a visitantes.

El Mercado de Santa Catalina y el Mercado del Olivar se han convertido en auténticos templos gastronómicos donde degustar el producto fresco local, transformándose de tradicionales mercados de abastos a espacios gourmets donde conviven puestos centenarios con barras de tapeo y catas de vinos mallorquines. Esta democratización de la gastronomía de calidad ha sido uno de los aspectos destacados por Forbes en su reportaje sobre Palma, señalando cómo la ciudad ofrece experiencias culinarias para todos los bolsillos, desde estrellas Michelin hasta tabernas tradicionales donde probar los mejores arroces y pescados frescos del día.

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