El jueves 13 de marzo, La Promesa se interna en un epílogo que, en su transcurso, podría ser el comienzo del clímax de la historia al completo. Con tensiones que estallan, secretos que pueden salir a la luz y relaciones que se desmoronan, el capítulo 547 -de cerca de una hora- se convierte en un torbellino emocional que dejará sin aliento al público.
Jana, Samuel, Curro, Ángela, Ricardo y Catalina son algunos de los personajes que se enfrentan a un dilema que tendrá un efecto irreversible en sus vidas. Cada uno de ellos se mueve en su propia y particular galaxia de conflictos mientras toman decisiones que no solamente influirán en su propio destino sino también impactarán la historia.
2ENTRE EL CORAZÓN DE SAMUEL

Mientras Jana lucha su propia lucha amorosa, Samuel también lidia con su propio conflicto desgarrador. Durante demasiado tiempo intentó escapar de su amor por María Fernández encerrándose en su vocación y en una vida que parece estar constantemente en conflicto con su corazón. Y, sin embargo, la resistencia se ha apoderado de él, y ahora se encuentra en una encrucijada extrema en la que debe tomar una decisión drástica.
El capítulo 547 es la lucha interior de Samuel, la cual debe decidir si continua el camino que siempre ha considerado correcto, o bien se deja llevar por aquello que le implora su corazón. Su lucha moral no es sólo una cuestión de su amor por María, sino de su propia identidad. ¿Quién es Samuel sin su vocación? ¿Puede permitirse, incluso, el lujo de ser feliz, aun a costa de romper con todo aquello que lo ha identificado?
La tensión emocional de esta subtrama está servida, pues Samuel se encuentra ante un puente que podría cambiar su futuro para siempre; y el espectador no puede evitar preguntarse si se rendirá a su amor o, por el contrario, tomará el camino de la renuncia. Su historia contiene un recordatorio de que quizás a veces las decisiones más difíciles son las que definen quiénes somos.
En un momento importante dentro del capítulo, Samuel se encuentra en conversación con un personaje inesperado que le planteará todo lo que creía saber de sí mismo. Esta interacción, que añade complejidad a su conflicto interno, no sólo armará preguntas sobre el sacrificio y la felicidad, sino también si es posible ser fiel a uno mismo sin antes renunciar a los principios que nos han guiado. Samuel responde con la sinceridad que conmueve y que lo hace más humano. María Fernández, por su parte, también interviene para ser sufridora en esta subtrama.