Shell necesita reestructurar su cadena de mando y eso implica tomar decisiones muy duras. La primera de ellas ha sido ‘pasar por la quilla’ a la que hasta ahora ha sido su directora de Gas Integrado y Upstream, Zoe Yujnovich, quien dejará su cargo a finales de mes tras más de una década en la compañía petrolera.
Según informa Reuters, Shell ha cubierto la vacante designando a Cederic Cremers como presidente de Gas Integrado y a Peter Costello como presidente de Upstream. Estos cambios forman parte de la estrategia de Shell para optimizar su estructura de alta dirección.
«Hemos logrado avances significativos en los últimos dos años, construyendo estabilidad con un historial de sólido desempeño y una gestión activa del portafolio, al mismo tiempo que simplificamos nuestro negocio», ha dicho el director ejecutivo, Wael Sawan, en un comunicado difundido por Reuters.
«reduciremos los niveles en nuestra estructura de liderazgo más alto para reflejar las tres principales áreas de valor del negocio: Gas Integrado; Upstream; y Downstream, Renovables y Soluciones Energéticas»
Wael Sawan, director ejecutivo de Shell
«De cara al futuro, reduciremos los niveles en nuestra estructura de liderazgo más alto para reflejar las tres principales áreas de valor del negocio: Gas Integrado; Upstream; y Downstream, Renovables y Soluciones Energéticas, elevando al mismo tiempo el área de Trading y Suministro», anunció Sawan.
Shell inició en 2023 una revisión a nivel corporativo con el objetivo de reducir costos, ya que Sawan se ha enfocado en actividades con mayores retornos.
En diciembre, la compañía informó a Reuters que Shell Energy, que incluye renovables, generación de energía y suministro a clientes, se dividiría en unidades separadas de generación de energía y comercialización.
Sawan agregó el martes que, en la primera mitad de 2026, Shell también integrará las divisiones técnicas que conforman su dirección de Proyectos y Tecnología dentro de sus líneas de negocio.
A partir del 1 de abril, los líderes del comité ejecutivo adoptarán el título de ‘Presidente’ de sus respectivas organizaciones, en lugar del título de ‘Director’.
LAS FINANZAS DE SHELL EN EL ÚLTIMO TRAMO DE 2024
Shell reportó ganancias ajustadas de 3.661 millones de dólares (3.500 millones de euros) en el cuarto trimestre, un 11% por debajo del consenso de 4.100 millones de dólares (3.900 millones de euros). El motivo principal fue el descenso en los ingresos de la división de gas integrado.
La compañía reportó un flujo de caja operativo de 10.800 millones de dólares (10.300 ‘kilos’ en la moneda comunitaria) antes de capital de trabajo, un 8% por encima del consenso de 10.000 millones. La deuda neta aumentó a 38.800 millones desde los 35.200 millones en el tercer trimestre, dando como resultado un incremento del apalancamiento financiero al 17,7% (desde el 15,7%).
La compañía mantuvo su recompra de acciones en 3.500 millones de dólares para el trimestre, y el dividendo aumentó un 4% trimestralmente, hasta 0,358 dólares por acción, en línea con el consenso de 0,36 por acción para el cuarto trimestre.
UNA ACCIÓN «ATRACTIVA»
En un reciente análisis, Berenberg mantuvo la recomendación de ‘comprar’ para la petrolera. La entidad financiera prevé que Shell mantenga inmutables los principios adoptados en el enfoque estratégico adoptado en 2023, con especial énfasis en la disciplina de capital y la división de gas integrado como motor clave del flujo de caja.
«Si bien una menor inversión de capital (capex) podría limitar el crecimiento potencial a largo plazo, los accionistas están siendo bien compensados, con la mayor parte del rendimiento del 13% del flujo de caja devuelto a través de dividendos (4,3%) y recompra de acciones (7%), que esperamos se mantenga en aproximadamente 14.000 millones de dólares (13.360 millones de euros) para 2025″, desgrana Berenberg, que estima que la acción de Shell sigue siendo «atractiva», cotizando a 9,4 veces el ratio entre precio y beneficio estimado para 2025.