En una era dominada por la comunicación digital, resulta paradójico que una herramienta tan básica como el teléfono genere ansiedad y rechazo en un sector cada vez mayor de la población, especialmente entre los jóvenes nacidos a partir de la década de los 90. Este fenómeno, conocido como telefobia, se ha convertido en un problema creciente que afecta a la Generación Z y que plantea interrogantes sobre la forma en que nos comunicamos en la actualidad.
La telefobia, o miedo a contestar o realizar llamadas telefónicas, no es un simple capricho generacional, sino un síntoma de una sociedad cada vez más digitalizada y dependiente de la comunicación asíncrona. Los jóvenes de la Generación Z, nativos digitales que han crecido rodeados de smartphones y redes sociales, prefieren comunicarse a través de mensajes de texto, correos electrónicos o chats en línea, evitando en la medida de lo posible las llamadas telefónicas.
3EL MIEDO A LAS MALAS NOTICIAS: ¿POR QUÉ LA GENERACIÓN Z ASOCIA EL TELÉFONO CON LO NEGATIVO?

Una de las causas más comunes de la telefobia en la Generación Z es el miedo a recibir malas noticias a través del teléfono, una asociación que se ha ido creando a lo largo del tiempo debido a las experiencias negativas que han tenido muchos jóvenes con las llamadas telefónicas. Las llamadas de cobro, las noticias sobre enfermedades o fallecimientos y las malas noticias laborales suelen llegar a través del teléfono, lo que ha generado una asociación negativa con este medio de comunicación.
Esta asociación negativa puede llevar a los jóvenes a evitar las llamadas telefónicas a toda costa, temiendo que cada llamada pueda traer consigo malas noticias. Además, la falta de control sobre el contenido de la llamada y la imposibilidad de prepararse para lo que se va a decir pueden aumentar la ansiedad asociada a la telefobia.
Para superar este miedo, es importante cambiar la percepción que se tiene sobre las llamadas telefónicas y aprender a asociarlas con experiencias positivas. Una forma de hacerlo es realizar llamadas a amigos y familiares para conversar sobre temas agradables y evitar hablar sobre temas negativos o estresantes.