Este es el principal motivo por el que no debes conducir nunca con el abrigo puesto

Conducir con el abrigo puesto es un grave error. Durante la temporada de invierno, las temperaturas bajan, en especial esta temporada, en la que la AEMET nos ha avisado de que se esperan bajadas como no las habíamos visto en años, por lo que se impone necesariamente utilizar ropa muy abrigada para escapar del frío, en especial cuando salimos del hogar. Si vamos a utilizar nuestro coche, es muy normal que nos subamos al mismo teniendo el abrigo puesto, no importa cuanto vayamos a tardar ni a dónde vamos a ir. No obstante, esta costumbre muy arraigada, aparentemente inofensiva, podría poner en riesgo tu seguridad al volante y la de los demás ocupantes del coche. Un riesgo no sólo para ti, sino para los demás usuarios de las vías Para explicarnos que tan expuestos al peligro estamos, contamos con la explicación de un profesor de una autoescuela, que tiene muchos seguidores y es reconocido en las redes sociales con el nick @autoescuelamikel, quien ya ha publicado un video al respecto que se ha hecho viral, donde nos dice el por qué conducir con abrigo no reslta ser una idea buena. Quédate con nosotros para que entiendas las razones por las que no deberías seguir con el abrigo puesto mientras manejas, así como los peligros que se asocian con esta costumbre. Para ayudarte, también te indicaremos algunas sanas costumbres que pueden evitar ponerte en peligro en esta temporada, con prácticas que pueden garantizarte que vas a manejar de una manera cómoda y más segura para todos, en esta época fría. ¿Por qué manejar teniendo los abrigos puestos podría resultar un grave riesgo? Ponerse el cinturón de seguridad con el abrigo puesto no tiene sentido práctico El principal problema de llevar un abrigo grueso al conducir es que el cinturón de seguridad no se ajusta correctamente al cuerpo. Esto ocurre porque las prendas voluminosas generan un espacio entre el cinturón y el torso, reduciendo su capacidad de protegerte en caso de impacto. Cuando ocurre una colisión, el cinturón está diseñado para mantener el cuerpo en su lugar, evitando desplazamientos bruscos que podrían provocar lesiones graves. Si hay un espacio entre el cinturón y tu cuerpo, este podría no actuar de forma efectiva, incrementando el riesgo de: Lesiones en el pecho o en el abdomen. Golpes contra el volante o el salpicadero. Deslizamientos hacia adelante que podrían agravar las consecuencias de un accidente. Tener el abrigo puesto hace que tus movimientos sean limitados al coducir No solo se trata de que el abrigo puesto impida que el cinturón se seguridad cumpla su función, sino que, conducir teniendo puesto un abrigo grueso va a limitar mucho los movimientos que puedes hacer en caso de que surja una eventualidad y no hablemos de las limitaciones que vas a sentir al maniobrar haciendo un cambio de carril, un giro o que necesites realizar una acción rápida o corregir la trayectoria, cosas que, de sentido común, necesitan que tus movimientos no estén limitados. Si el abrigo puesto es muy rígido o muy grueso y necesitas realizar una maniobra rápida para evitar un incidente, no vas a poder hacerlo y eso incrementa el riesgo de tener un accidente. Mayor incomodidades y más distracciones Tener el abrigo puesto no solo va a impedir tu movilidad normal, sino que igualmente va a causarte incomodidades a la hora de moverte, o acomodarte en el asiento mientras estás conduciendo. Si, además, se trata de un abrigo que es muy ajustado o que te causa mucho calor, porque también enciendes la calefacción del automóvil, entonces estamos hablando de palabras mayores, porque eso necesariamente te va a distraer y te restará la concentración necesaria para conducir. ¿Has pensado que el abrigo que le pones a tus hijos puede resultar un riesgo al momento de asegurarlos en su sillita? Cuando los niños son pequeños, es normal que sus padres quieran protegerlos del frío, y por eso les ponen abrigos bastante gruesos, pero ponerles un abrigo grueso y luego amarrarlos a la sillita del vehículo puede resultar una mucho más riesgoso para ellos en caso de un incidente. Ello se debe a que todo sistema para retener a un niño ajustado de forma segura a su asiento ha sido diseñado con el propósito de que, efectivamente, el niño no pueda moverse de la sujeción y esto no se logra si tiene un abrigo grueso puesto, de modo que el arnés no se va a fijar de forma correcta, dejando un espacio por el cual el niño puede escurrirse, lo que puede tener consecuencias graves si ocurre una colisión. En caso de un choque, un abrigo grueso podría comprimirse, lo que dejaría al niño desprotegido, incrementando el peligro de salir expelido de su silla. Es por esta causa que muchos expertos están de acuerdo en que siempre se debe quitar el abrigo a los niños antes de sujetarlos a un sistema que los retenga sujetos a su silla dentro del coche. Ahora vamos con unos consejos que te ayudarán a estar caliente y a manejar de manerprácticos para mantenerte abrigado y seguro mientras conduces Aunque te encuentres con el frío más extremo y duro, existen dos maneras que te mantienen caliente dentro del coche, sin que pongas en riesgo tu seguridad y la de aquellos que te acompañan, además conducir con el abrigo puesto es una de las infracciones que cometes sin darte cuenta y te puede costar una multa de la DGT. A continuación, compartimos algunas recomendaciones prácticas: 1. Quitar el abrigo antes de conducir. Antes de iniciar el trayecto, si tienes el abrigo puesto, quítatelo antes de subirte al coche o de ajustar tu cinturón de seguridad, de manera que éste entre directamente en contacto con tu cuerpo. Esto hace que tu cinturón de seguridad cumpla la función para la que fue creado, en el supuesto de que ocurra una colisión. 2. Usar varias capas de ropa ligera no es una mala idea, aunque puede resultar un poco fastidioso, pero es por tu seguridad. Optar por varias capas de ropa más finas resulta una excelente alternativa al uso de un abrigo grueso. En el mercado existen muchas, como suéteres de lana, camisetas térmicas, o chaquetas ligeras, lo que va a permitir que tengas mayor movilidad, aseguran al mismo tiempo que tu cinturón de seguridad se ajuste de forma adecuada. 3. Siempre calienta el coche antes de que salgas. Si tu coche tiene calefacción, enciéndela en los minutos previos al inicio de un viaje. Un interior cálido reduce la necesidad de tener puesto el abrigo mientras manejas. 4. Hay que mantener siempre a mano una manta en época de frío. En vez de conducir con un abrigo puesto, es mejor que tengas una manta en el automóvil. Después de que te hayas puesto el cinturón de seguridad ceñido al cuerpo, podrás utilizarla para cubrirte y que te mantenga caliente mientras conduces. 5. Para los niños: abrigos fuera y mantas encima. En el caso de los niños, asegúrate de quitarles el abrigo antes de colocarlos en la sillita. Una vez estén correctamente sujetos, puedes cubrirlos con una manta o con su propio abrigo para evitar que pasen frío. Mitos comunes sobre la seguridad y el abrigo en el coche “El abrigo actúa como un airbag natural”. Este es un error común que muchas personas creen. Sin embargo, los abrigos gruesos no solo no ofrecen protección adicional, sino que pueden interferir con el funcionamiento del cinturón de seguridad, aumentando el riesgo de lesiones. “Es solo un trayecto corto, no pasa nada”. Incluso en trayectos cortos, el riesgo de accidentes existe. De hecho, muchos siniestros viales ocurren cerca de casa, en zonas urbanas. Por lo tanto, no subestimes la importancia de quitarte el abrigo, aunque el viaje sea breve. “Los niños necesitan estar abrigados en todo momento”. Si bien es cierto que los niños son más vulnerables al frío, su seguridad en el coche debe ser la prioridad. Un sistema de retención infantil bien ajustado es más importante que mantenerlos abrigados durante el trayecto. Puedes usar mantas o encender la calefacción para compensar. Casos reales que ilustran la importancia de esta recomendación Diversos estudios y casos documentados han demostrado los riesgos de conducir con el abrigo puesto. Por ejemplo, pruebas de choque realizadas por organismos de seguridad vial muestran que la distancia creada por el abrigo puede aumentar significativamente el impacto sobre el torso durante una colisión. En el caso de los niños, las pruebas demuestran que un arnés mal ajustado puede provocar que el menor sea expulsado de la sillita incluso en colisiones a baja velocidad. Estas situaciones subrayan la importancia de ajustar los sistemas de seguridad directamente al cuerpo, sin interferencias. Un gesto sencillo que salva vidas Conducir sin el abrigo puesto es una acción simple pero poderosa para garantizar la seguridad al volante. Este hábito, aunque parezca menor, puede marcar la diferencia entre un accidente con consecuencias graves y una experiencia segura. Tanto para adultos como para niños, la prioridad debe ser siempre que los sistemas de seguridad funcionen de manera óptima. Como explica @autoescuelamikel, “la seguridad comienza con los pequeños gestos”. Este invierno, toma medidas conscientes para protegerte y proteger a los tuyos. Quita el abrigo antes de conducir, ajusta bien el cinturón de seguridad y asegúrate de que cada pasajero viaje de forma segura. La prevención es la mejor herramienta para evitar accidentes.

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