Hasta ahora, siempre hemos conocido a OpenAI como la compañía encargada de desarrollar a ChatGPT, el chatbot impulsado por la inteligencia artificial (IA) más famoso del mundo. Desde su lanzamiento oficial, esta herramienta se ha caracterizado por su capacidad para generar imágenes, crear texto, traducir contenido, buscar información en tiempo real al puro estilo de Google, hacer resúmenes, entre otras funciones.

Sin embargo, todo parece indicar que OpenAI está cambiando frente a nuestros ojos sin que la mayoría de personas se percate. ¿Por qué lo decimos? Básicamente, debido a que la empresa fundada por Sam Altman acaba de firmar una asociación con Anduril, una compañía dedicada al sector de la defensa y que se encarga de fabricar drones, misiles y software para el ejército de Estados Unidos. ¿Es este el inicio oficial del uso de la IA para la guerra? Sobre esto hablaremos el día de hoy.
2OpenAI y su apuesta por el uso de la IA en el ámbito militar

Luego de haber afirmado que su misión era garantizar que la inteligencia artificial general beneficiara a toda la humanidad, haciendo énfasis en que trabajar con los ejércitos iría en contravía de este objetivo, OpenAI ha cambiado sus propias políticas y ahora se ha abierto a la posibilidad de operar en el entorno militar, con el propósito de poner sus avances en materia de IA al alcance de toda la sociedad.
Después de dicha modificación, ahora OpenAI permite la colaboración con el ejército en contextos limitados, como la prevención del suicidio, la ayuda en caso de catástrofes y la ciberseguridad, estando convencida de que esta posibilidad no contradice su misión de garantizar que los beneficios de la IA se compartan ampliamente. No obstante, lo importante es que esta clase de tecnologías no empiecen a ser usadas como un arma, pues bajo ese contexto estaríamos ante una catástrofe global inminente.