Los principales accionistas de EiDF han puesto a la compañía el cartel de ‘se vende‘; y lo han hecho de la forma más rocambolesca posible: en esencia, uno de ellos le ha otorgado al otro el derecho a obligarle a vender sus participaciones.
Prosol Energía y Laurion Financial Enterprises, máximos inversores de la firma de renovables, han acordado el procedimiento a seguir en caso de que un tercero presente una oferta vinculante sobre la compañía por importe igual o superior a los 400 millones de euros.
El pacto se ha formalizado a través de una adenda a un compromiso firmado por ambas compañías el pasado 24 de octubre. En virtud de dicho acuerdo, se concedía la cesión a favor de Laurion de los derechos políticos vinculados a acciones propiedad de Prosol, representativas de aproximadamente el 15% del capital social de EiDF.
Prosol ha concedido a Laurion un ‘derecho de arrastre’ por el que Laurion podrá obligar a Prosol a vender la totalidad de acciones de EiDF
La adenda dispone que, en el supuesto de que se lleve a cabo por un tercero una oferta vinculante de compra de la totalidad del capital social de EiDF por un importe igual o superior a 400 millones de euros, Prosol concede a Laurion un ‘derecho de arrastre’ (drag-along) por el que Laurion podrá obligar a Prosol a vender la totalidad de acciones de EiDF de las que sea titular en el marco de dicha oferta.
Asimismo, se concede una opción de compra irrevocable, a favor de Laurion o del tercero que éste indique, de la totalidad de las acciones de EiDF de las que Prosol sea titular al mismo precio que el de la oferta vinculante, para el supuesto de que Prosol no venda sus acciones tras el ejercicio del derecho de arrastre.
EL FLUCTUANTE CAPITAL DE EIDF
El pasado 13 de noviembre, el consejo de administración de EiDF Solar dio luz verde a una ampliación de capital por valor total de 15 millones de euros, dando la bienvenida a su accionariado a Azahar Inversiones Capital.
Azahar, entidad gestionada de la mano de Andbank España, se conviertía en accionista de EiDF, con una participación del 5,7%. Con esta operación, la compañía daba un nuevo paso en la tarea de poner orden en sus balances.
Asimismo, el consejo autorizó dos operaciones enfocadas en las comercializadoras del Grupo. Por un lado, se ha acordado la venta de su participación en Ondemand Facilities (ODF) por 21 millones de euros, logrando así una importante reducción de su deuda consolidada. En concreto, esta operación permitirá la cancelación de deuda por 25,5 millones de euros y el ingreso a efectos de tesorería de 4,9 millones de euros.
Por otro lado, y ligado a la operación anterior, se llevará a cabo la adquisición del 49% restante de Nagini SL por un importe de 12 millones de euros, de los que un millón se pagará en efectivo y 11 millones mediante la entrega de acciones de EiDF.
UNA ÉPOCA DE TURBULENCIAS
Durante el último año y medio, la compañía ha estado enfangada en un auténtico pandemónium contable que parece no tener fin, con múltiples irregularidades y litigios que se han convertido en el abrevadero de la prensa económica.
El último capítulo del serial tuvo lugar el 17 de junio, con el anuncio por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de acciones contra el entorno de EiDF por presuntas prácticas de manipulación del mercado. En concreto, el organismo supervisor informó sobre la apertura de tres expedientes sancionadores dirigidos a diferentes personas físicas y jurídicas que habrían estado involucradas en estas supuestas actividades ilegales.
El pasado junio, con su entorno bajo la lupa de Competencia y en medio de un desmadre contable de múltiples ramificaciones, EiDF llevó a cabo una ampliación de capital en su intento de sanearse. La compañía confirmó la conversión de 800 obligaciones en 175.945 acciones propias por un importe nominal conjunto de casi 4,4 millones de euros.