miércoles, 7 mayo 2025

Los 4 retos a los que se enfrenta José Pablo López al frente de RTVE

El Gobierno y sus socios han repuesto a José Pablo López, que dirigió los Contenidos de RTVE entre abril de 2022 y marzo de 2024 y se convirtió la pasada semana en el nuevo presidente de la Corporación pública.

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El exdirector de Telemadrid y Trece ha realizado una declaración de intenciones en su nueva etapa a través de una carta enviada a los 7.000 trabajadores de RTVE, a los que anima. «Por respeto a la ciudadanía, todos debemos esforzarnos por una radiotelevisión pública alejada de la crisis permanente en la que se instaló hace tiempo», señaló.

López promete transparencia y mantener la «autonomía y rigor» de los ‘Telediarios’; aboga por desterrar el «esto siempre se ha hecho así»; busca la aprobación de un nuevo Mandato-Marco que renueve el funcionamiento de la casa; y solicita «estabilidad presupuestaria» y mayor financiación.

«Nuestra financiación es insuficiente. Debemos impulsar un nuevo Mandato-Marco que la aumente y modernice los servicios que prestamos. Pero también tenemos obligaciones: un compromiso con la estabilidad presupuestaria que debemos recuperar en 2025. Es imprescindible una mayor eficiencia en todas las áreas comenzando por la propia estructura directiva de la Corporación», asegura.

José Pablo López se enfrenta a 4 retos que pasamos a repasar.

1- MANTENER LA COMPETITIVIDAD DE LA 1, SIN VOLVER A LAS ANDADAS

La 1 va camino de cerrar su mejor dato anual desde 2018 y a ello han ayudado la emisión de eventos como la Europa de Alemania; aciertos propios como ‘La Revuelta’ o ‘La Promesa’; y la peor crisis histórica de Telecinco en el terreno de las audiencias.

Se compromete López «con la construcción de una RTVE que sea relevante». «RTVE debe ser percibida como confiable, pero no sólo, no únicamente, no caigamos en la trampa de los que creen que la calidad del servicio público es mayor cuanto menor es su impacto», añade.

«El servicio público sin público no es viable, es la mayor amenaza para su propia continuidad. Evitemos uno de los mayores riesgos que existen actualmente, que es el riesgo de la irrelevancia. Debemos ser referentes sin que confundamos necesariamente ese término con el de liderazgo a cualquier precio», añade.

López debe ayudar a mantener la competitividad de La 1 sin repetir los errores que cometió con ‘La Plaza de La 1’ o ‘Los Iglesias: hermanos a la obra’, que no son tenidos en cuenta en algunos sectores por la insólita ola de simpatía que recibe el corazón desde el progresismo como respuesta a la cruel muerte de ‘Sálvame’, que fue muy celebrada por la derecha mediática.

Ni Belén Esteban debe ser mirada con arrogancia por la izquierda, que tiene algunos problemas con los mitos populares, ni debiera convertirse en el nuevo icono de La 1, tal y como podría pretender José Pablo López.

2- COMPENSAR SUS PECADOS ORIGINALES

El reciente decreto de RTVE impulsado por el Consejo de Ministros conllevará que La Moncloa controle la Corporación pública sin resistencias internas relevantes, lo cual sucederá por primera vez desde el nombramiento de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno el 2 de junio de 2018.

El PSOE intenta compensar el decreto que otorga plenos poderes al presidente con la confección de un nuevo Consejo de Administración con grandes sueldos (en vez de las dietas que se cobraban anteriormente) y sin competencias (ya que ni podrán decidir el nuevo organigrama de RTVE ni decidir sobre la compra de programas, tal y como sucedía hasta ahora).

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Sede de RTVE. Foto: Europa Press.

Escribe López que su trabajo debe «basarse en la colaboración y la descentralización del trabajo», pese a que ostenta un mando único que le convierte de facto en un administrador único, y pide el «imprescindible el adelgazamiento del actual organigrama directivo, claramente sobrepasado, así como la reducción de las retribuciones percibidas por la presidencia de la corporación y la alta dirección de RTVE».

«Es imprescindible una mayor eficiencia en todas las áreas comenzando por la propia estructura directiva de la corporación», afirma. Este canto a la eficiencia resulta llamativo porque los nuevos consejeros que le acompañan se embolsarán 120.000 euros, en vez de los 11.000 que cobraban anteriormente, y porque sus gestiones en organismos públicos han estado marcadas por la externalización.

3- LUCES SOBRE LA COMPRA DE PROGRAMAS

Voces sindicales consultadas por MERCA2 acusan a López de comprar programas a productoras afines a La Moncloa. En su etapa en Telemadrid, el malagueño alardeó de repartir el presupuesto de compras entre muchos más proveedores que en los que confiaba el ‘aguirrismo’.

José Manuel Pérez Tornero, que fue presidente de RTVE cuando López era número 2, le acusó de comprar espacios de forma personalista: «Yo entendía que la compra de programas y la selección de productoras tenía que hacerse de modo colegiado, en equipo, con un serio análisis de las distintas propuestas que recibíamos, y con estudio riguroso de las posibilidades de producción de la propia RTVE». «Yo había creado un protocolo en el que, si las propuestas de compra venían avaladas por contenidos, la negociación y cierre de los contratos correspondía a los servicios jurídicos de la empresa», añadió el expresidente.

La prensa conservadora pondrá el grito en el cielo si RTVE contrata con LaCoproductora (del Grupo Prisa), Fabricantes Studio, The Pool o Mediapro, que ni deben ser excluidas de la nueva etapa ni recibir los excesivos mimos que el ‘zapaterismo’, en uno de sus mayores errores en la casa junto a la supresión de la publicidad, dispensó a las productoras ligadas al nacimiento de La Sexta.

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4- ALEJAMIENTO DE LA MONCLOA

José Pablo López recibió merecidísimos aplausos por dirigir Telemadrid sin aceptar las consignas de los gobiernos de Cristina Cifuentes o Isabel Díaz Ayuso, pero ahora tiene una oportunidad para alejar RTVE de los deseos de Pedro Sánchez o su consejero áulico José Miguel Contreras.

RTVE debe funcionar de forma autónoma al Gobierno de España, sufridor de una salvaje campaña mediática propiciada por el ‘Sindicato del crimen 2.0’. Ni la existencia de este ejército ultraconservador y trumpista justificaría que La Moncloa adhiera a la radiotelevisión pública a su batallón de guardaespaldas periodísticos liderados por el Grupo Prisa.


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