En la tradición culinaria gallega, las lentejas se han servido durante generaciones, no solo como una fuente de alimento, sino también como un abrazo cálido en cada bocado. Este plato, conocido como lentejas a la gallega, no solo destaca por su sabor, sino que también ofrece un sinfín de beneficios nutricionales.
Con el paso del tiempo, han surgido numerosos trucos, pero uno de los más notables proviene de las abuelas gallegas, quienes han sabido mantener viva esta receta familiar. El secreto de las lentejas a la gallega radica en la combinación de ingredientes frescos y de calidad, junto con el toque personal de cada cocinera. Estas legumbres son una excelente fuente de proteínas, fibra y vitaminas, convirtiéndolas en un plato completo que satisface tanto el cuerpo como el alma.
1INGREDIENTES DE LA RECETA DE LENTEJAS PARA EL INVIERNO

Para comenzar, es fundamental contar con los ingredientes adecuados. La base de unas buenas lentejas a la gallega incluye lentejas pardinas, chorizo, panceta, cebolla, zanahoria y hojas de laurel. Estos ingredientes aportan tanto sabor como sustancia al plato, convirtiéndolo en un deleite para el paladar. La preparación es sencilla, pero requiere atención al detalle, tal como nos enseñan nuestras abuelas. Primero, las lentejas deben ser puestas en remojo el día anterior.
Una vez que las lentejas están listas, el siguiente paso es preparar un sofrito en una olla grande. Comienza dorando la cebolla picada y la zanahoria, añadiendo inmediatamente luego el chorizo y la panceta cortados en trozos. El sofrito es crucial, ya que es donde se desarrollan los sabores y aromas que darán vida al plato. Una vez dorados los ingredientes, se agregan las lentejas, el laurel y suficiente agua para cubrir.