sábado, 12 julio 2025

Edurne Pasaban: «Mis padres no entienden que hable de mi intento de suicidio»

Edurne Pasaban (Tolosa, 1973) es una de las ponentes que ha dejado huella en la tercera edición del foro Metafuturo, organizado por Atresmedia en el Ateneo de Madrid entre el pasado lunes y la jornada de hoy.

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La alpinista, ingeniera, coach y presidenta de una fundación que lleva su nombre compartió escenario con Lola Fernández Ochoa (hermana de la desaparecida Blanca Fernández Ochoa) y Josep Alfonso, presidente de la Fundación Axa (que ha elaborado un estupendo barómetro sobre ‘Soledad no deseada’ en España).

La presentadora televisiva Mamen Mendizábal moderó la mesa de debate en la que participó Pasaban, que minutos después atendió a MERCA2:

PREGUNTA (P). ¿Cómo te inicias en el mundo de la montaña?

RESPUESTA (R). En el norte hay mucha tradición de subir al monte. Comencé a hacerlo con mi familia y luego me apunté a un club de montaña. Con 14 o 15 años veía que no encajaba demasiado en la sociedad.

Con otras dos amigas nos apuntamos a un cursillo de escalada porque nos gustaba el monitor (ríe). La montaña me atrapó. Me sentí muy bien y conecté con gente mayor que me enseñó, respetó, valoró e hizo crecer.

(P). ¿Cómo pasas de ahí al ‘ochomilismo’?

(R). Poco a poco. Empecé en los Pirineos, Alpes y Andes. Hice varios picos de 6.000 metros. Algunos de ellos con clubes de montaña de pueblos de Euskadi. Y en 1998, con 24 años, me fui al Himalaya. Mi objetivo era ‘ver mundo’. Pero, sin pensarlo mucho, entré en la rueda de los ‘ochomiles’.

(P). Comienzas la carrera por convertirte en la primera mujer del mundo en hacerte los 14 ‘ochomiles’ sin ser profesional.

(R). No lo fui hasta 2003, que es cuando me contrata el programa ‘Al filo de lo imposible’ de TVE. Hasta entonces, trabajaba en un restaurante y me pagaba las expediciones vendiendo boletos de Navidad y camisetas que me diseñaba una amiga.

(P). Y en medio de la proeza te rompes.

(R). Tuve una depresión muy grande en 2006. Entré en un agujero oscuro que supuso un paréntesis en mi vida. En ese momento mi trabajo comenzaba a ser reconocido. Mi nombre comenzaba a sonar en el mundillo.

Pero con 31 años la sociedad me pedía otras cosas: tenía que ser madre o comenzar a contar con una estructura de familia, en vez de estar haciendo ‘ochomiles’. Y fue cuando caí en una depresión.

(P). ¿Qué herramientas utilizaste para salir del hoyo?

(R). Al haberme intentado quitar la vida, mi familia vio que no era una simple ‘tristeza’. No me quedó más remedio que hablar del tema, aunque en 2006 no se hacía. Aquello no fue fácil, pero mi entorno supo gestionar la situación. Hubo algo de casualidad que me favoreció, gracias a un médico de familia que vivía frente a casa de mis padres.

Pasaban2 Merca2.es
Foro Metafuturo.

(P). Te he escuchado hablar de la importancia del autoconocimiento a la hora de afrontar recaídas. Porque es importante saber detectar muchos de los síntomas que, tarde o temprano, pueden volver.

(R). Así es. Yo tenía mucha dependencia afectiva, no aceptaba un ‘no’… Pero empecé a tener recursos para afrontar según qué situaciones. Yo pongo siempre el ejemplo del semáforo. Ahora estoy en verde, porque estoy bien. Pero en cualquier momento puede pasar al ámbar o al rojo, y para entonces hay que pedir ayuda.

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(P). Se habla mucho de la ansiedad y la depresión. En muchas ocasiones, ambas se romantizan. Y se habla poco del suicidio.

(R). Está bien que comience a hablarse de la salud mental. Personas que lo están pasando mal pueden saber identificar qué les está pasando. Hace unos años hubiese sido impensable que estuviésemos hablando de suicidio en un foro como este.

Aun así, sigue habiendo generaciones que les cuesta. Mis padres, por ejemplo, no entienden que hable con naturalidad de mi intento de suicidio. Mis sobrinos escuchan a su tía y no dicen nada, pero se habitúan a ello.

Mi padre me ha dicho que qué necesidad hay que seguir hablando de esto. Creo que las nuevas generaciones se habituarán a ello. Quizá dentro de un tiempo aprenderemos a no juzgar, que es algo que se hace de forma muy habitual.

(P). De ti decían muchas personas que lo tenías ‘todo’.

(R). Sí. Muchas veces la gente juzga con mucha facilidad.

Pasaban3 Merca2.es
Edurne Pasaban.

(P). ¿Cómo es tu nueva etapa como coach?

(P). Principalmente, hablo en foros como estos. Pero mucha gente se me acerca o me pregunta por redes sociales para ver qué pueden hacer. La solución no es fácil. Yo tuve suerte porque mi familia pudo llevarme a un hospital privado, pero en la Sanidad pública muchas veces te dan cita para el psiquiatra para dentro de mes y medio.

La gente me pide contactos. Y yo se los doy, aunque no sé si algunos de ellos pueden pagar los 200 o 250 euros que cuesta una sesión del tratamiento. La ciudadanía no tiene medios para pagar y su médico de cabecera les da citas para dentro de 2 meses.

(P). Cambiando de tercio, para acabar. Ha aparecido la bota de Andrew Irvine de hace un siglo y seguimos sin saber si él y su compañero George Mallory fueron los primeros en escalar el Everest.

(R). Me parece superbonito que estemos hablando todavía hoy de eso. Disfrutemos de este misterio. Creo que forma parte del romanticismo del mundo de lo montaña (ríe).

TELÉFONO DE PREVENCIÓN DEL SUICIDIO

El teléfono 024 es un servicio del Ministerio de Sanidad accesible desde todo el territorio nacional, gratuito, confidencial y disponible las 24 horas del día y los 365 días del año.


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