domingo, 18 mayo 2025

¿Por qué según cumplimos años, y no tantos como te crees, vamos ‘oliendo a viejo’?

Lo llaman la fragancia del tiempo, y es que todos terminamos ‘oliendo a viejo’ después de los 30 años. A medida que avanzamos en la vida, cada década trae consigo cambios significativos, no solo en nuestro cuerpo y mente, sino también en nuestra huella olfativa. A partir de los 30 años, un fenómeno intrigante comienza a manifestarse: el desarrollo del conocido ‘olor a viejo’.

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La molécula clave: 2-Noneal

La molécula clave: 2-Noneal

Uno de los principales culpables de que estemos oliendo a viejo es la molécula conocida como 2-noneal. Esta sustancia se genera a partir de la oxidación de ácidos grasos insaturados que se acumulan en la piel con el tiempo. A medida que envejecemos, nuestra capacidad para protegernos de esta oxidación disminuye, lo que provoca un aumento en los niveles de 2-noneal y, por ende, en el aroma asociado con la vejez.

La doctora Borrás aclara que el proceso de envejecimiento inicia desde que completamos nuestro desarrollo físico. «Después de la pubertad, empezamos a experimentar cambios que nos acompañarán a lo largo de la vida», explica. Esta afirmación resalta la importancia de entender que el envejecimiento es un proceso continuo, que se manifiesta no solo en la apariencia, sino también en nuestra química corporal.


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