La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha emitido una alerta sobre un tipo de fraude que está cobrando fuerza en España, conocido como ‘brushing’. Este engaño, ya extendido en Estados Unidos, implica la recepción de paquetes no solicitados en los domicilios de los consumidores.
Este fenómeno puede parecer inofensivo al principio, pero esconde prácticas fraudulentas que afectan tanto a la seguridad personal como a la integridad de las reseñas en las plataformas de venta online. Los consumidores reciben productos que nunca solicitaron, y sin que la empresa reclame su devolución, lo que puede generar confusión y desconcierto.
¿QUÉ ES EL ‘BRUSHING’ Y CÓMO FUNCIONA?

El ‘brushing’ es una estrategia utilizada por algunos vendedores para mejorar artificialmente las valoraciones de sus productos en plataformas de comercio electrónico, enviando productos no solicitados a consumidores reales. De este modo, pueden crear cuentas falsas a nombre de estos y publicar reseñas positivas fraudulentas.
Esta práctica manipula el sistema de reseñas y engaña a otros consumidores. Al ver opiniones positivas, los compradores pueden verse inducidos a adquirir productos de baja calidad o fraudulentos. Esto afecta la confianza en el comercio electrónico y perjudica a los vendedores legítimos.
Además, el ‘brushing’ implica el uso indebido de datos personales. Los estafadores obtienen información como nombres y direcciones sin consentimiento, lo que supone una grave vulneración de la privacidad y las normativas de protección de datos.
LOS PELIGROS OCULTOS DETRÁS DE LOS PAQUETES NO SOLICITADOS

Recibir un paquete inesperado puede parecer un error o incluso un obsequio, pero detrás puede esconderse una estrategia fraudulenta para explotar la información personal del consumidor. Esto no solo afecta la privacidad, sino que también puede tener implicaciones legales y de seguridad.
Los productos recibidos, especialmente si son dispositivos electrónicos como smartwatches, pueden no cumplir con los controles de calidad. Estos dispositivos podrían contener malware o software espía, poniendo en riesgo la seguridad de la información personal y financiera del usuario.
Además, al no conocer el origen ni las características del producto, existe el riesgo de daños físicos o alergias. Es fundamental ser cauteloso y evitar el uso de estos artículos, ya que su procedencia y composición son desconocidas.
IMPACTO DEL ‘BRUSHING’ EN LA SEGURIDAD Y LA PRIVACIDAD

El ‘brushing’ no solo afecta al individuo que recibe el paquete, sino que tiene implicaciones más amplias en términos de seguridad y confianza en el comercio electrónico. La manipulación de reseñas socava la integridad de las plataformas de venta y afecta a todos los usuarios.
La utilización de datos personales sin consentimiento puede derivar en actividades delictivas más graves, como el phishing o el robo de identidad. Los estafadores pueden utilizar la información obtenida para acceder a cuentas bancarias o realizar compras no autorizadas. Este riesgo subraya la importancia de proteger los datos personales y ser vigilante ante actividades sospechosas.
Además, esta práctica perjudica a los vendedores legítimos, ya que compiten en desventaja frente a quienes emplean tácticas fraudulentas para mejorar su reputación online. Esto puede distorsionar el mercado y reducir la calidad general de los productos ofrecidos a los consumidores.
MEDIDAS PARA PROTEGERSE DEL FRAUDE ‘BRUSHING’

En caso de recibir un paquete no solicitado, la OCU recomienda actuar con cautela. Lo primero es evitar utilizar o conservar el producto, ya que hacerlo podría implicar aceptación tácita o complicaciones legales.
Se aconseja presentar una denuncia por suplantación de identidad ante la policía. Además, es importante notificar a las autoridades de consumo y a la Agencia Española de Protección de Datos sobre el incidente, para que puedan investigar y tomar medidas contra los responsables.
La OCU insta a los afectados a utilizar su herramienta Reclamar para exponer su caso. Esto facilita el seguimiento y denuncia de estos hechos a las grandes plataformas de venta, contribuyendo a erradicar el ‘brushing’ y proteger a los consumidores en España.