Hay pocas cosas más molestas que percibir que nuestro ordenador no está proporcionando el rendimiento que debería, situación que se torna más frustrante todavía cuando no estamos en la capacidad de detectar el motivo exacto por el que esto sucede. No obstante, contrario a lo que muchas personas piensan, los famosos cuellos de botella suelen ser provocados por prácticas comunes que, sin darnos cuenta, afectan directamente a nuestro PC.
Por lo anterior, a continuación hablaremos acerca de tres situaciones en las que, sin intención de hacerle daño al rendimiento de tu ordenador, podrías estar cayendo en hábitos perjudiciales que serían los responsables de que no puedas trabajar como te gustaría con tu computadora; pues aunque parezcan inofensivos, hay algunos que acaban apaciguando la capacidad general de tu equipo.
1Los posibles causantes del mal rendimiento de tu ordenador
Refrigeración inadecuada
Tomando bajo consideración que en cualquier ordenador resulta de suma importancia contar con un sistema de refrigeración líquida o por aire, cuando no se cumple con esto el sobrecalentamiento de la máquina se hace presente y suele traer graves consecuencias consigo. Por ejemplo, si la CPU y la GPU se sobrecalientan, lo más probable es que se reduzca su velocidad como una especie de mecanismo de seguridad para evitar daños.
Si ya cuentas con una buena ventilación, también debes tener en cuenta la importancia de mantener estos sistemas limpios todo el tiempo, pues de poco sirve contar con refrigeración si no se permanece al tanto de su estado.
Hardware desactualizado
Por otro lado, tenemos una de las causas más frecuentes de los cuellos de botella en ordenadores. Cuando hay componentes de la máquina desactualizados o que no se complementan como deberían para dar lugar a un funcionamiento correcto, lo más probable es que el rendimiento del PC se vea afectado, tarde o temprano.
Por esta razón, es importante que compruebes la compatibilidad del hardware con respecto a los requisitos del software de tu ordenador y que, en caso de que tengas un portátil, procures actualizarlo por uno más reciente cada cinco años, aproximadamente.